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La calle que merece la pena visitar: está en España y es de las más bonitas del mundo

Ciudades y calles
Barcelona.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Barcelona, una de las ciudades más bonitas y visitadas de todo el mundo, alberga monumentos destacados como la Sagrada Familia o la Casa Batlló. Pero, lo que muchos desconocen es que también cuenta una de las mejores calles a nivel global.

Se encuentra en pleno Barrio Gótico de la capital catalana, y por ella transitan miles tanto de locales como de turistas cada día.

La calle más bonita de España

Entre los lugares emblemáticos de Barcelona, destaca la calle del Bisbe, situada en el Barrio Gótico. Ésta icónica vía ha sido reconocida por la revista de viajes Condé Nast Traveler, ocupando el puesto número 51 en su lista de las 71 mejores calles del mundo.

La calle del Bisbe conecta la Plaza Nueva, ubicada al final de la Puerta del Ángel, con la Plaza de San Jaime, donde se encuentran el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. El principal atractivo de esta avenida es el Puente del Bisbe, una pasarela que une el edificio de la Generalitat con la Casa de les Canonges, cerca de la Plaza San Jaime. Este puente es uno de los lugares más fotografiados y reconocibles de la capital catalana.

Aunque su apariencia sugiere un origen medieval o gótico, el Puente del Bisbe es relativamente moderno. Fue diseñado por el arquitecto Joan Rubió i Bellver en 1928, por lo que aún no ha cumplido un siglo de existencia. A pesar de su reciente creación, el puente ha logrado convertirse en un símbolo icónico del Barrio Gótico.

Uno de los elementos más intrigantes es una calavera atravesada por una daga, visible al alzar la vista cuando se pasa por debajo del puente. Éste misterioso emblema ha dado lugar a varias leyendas. Una teoría afirma que si se retira la daga del cráneo, Barcelona se sumirá en el caos y todos sus edificios se derrumbarán. Otra creencia sugiere que quien pase de espaldas mirando hacia la calavera verá cumplido un deseo.

Palacio de la Generalitat

El Palacio de la Generalitat, ubicado en el Barrio Gótico de Barcelona, es uno de los escasos edificios medievales en Europa que continúa funcionando como sede del gobierno y de la institución que lo erigió.

La casa original, situada en la calle Sant Honorat, fue adquirida en 1400, y a lo largo del siglo XV, se amplió y transformó en un nuevo palacio gótico bajo la dirección de Marc Safont. La Galería Gótica y la Capilla de San Jorge son algunos de los elementos mejor conservados de esta etapa.

En el siglo XVI, el Palacio de la Generalitat incorporó nuevos elementos que respetaban el estilo gótico anterior, como el Cuarto Dorado y el Patio de los Naranjos.

No obstante, los cambios más significativos se produjeron durante la ampliación hacia la Plaza San Jaime entre 1597 y 1619. La actual fachada principal, inspirada en el Renacimiento italiano, destaca por cuatro columnas dóricas de origen romano del siglo II.

Los últimos cambios importantes en el edificio se realizaron durante la etapa de la Mancomunidad de Cataluña (1914-1925), cuando se añadieron elementos como la escalera de honor y la estatua ecuestre de Sant Jordi. Además, desde la década de 1970, se ha enriquecido con la adquisición de más de un centenar de obras de arte moderno, vanguardista y contemporáneo.

Barrio Gótico de Barcelona

El Barrio Gótico es uno de los cuatro barrios que conforman el distrito de Ciudad Vieja de Barcelona y es reconocido como el núcleo histórico de la ciudad. Este entramado medieval de callejuelas estrechas y plazas ocultas atrae diariamente tanto a locales como a turistas. Su historia se remonta a los restos de Barcino, una colonia romana fundada en el siglo I a.C. Sin embargo, su carácter gótico se desarrolló plenamente durante la Edad Media, con la construcción de nuevas iglesias y palacios en este estilo.

El encanto del Barrio Gótico en la actualidad es indiscutible y se transmite a través de estas líneas. Retomando su pasado romano, la Plaza de San Jaime sirve como inicio de una ruta histórica. Desde la Plaza de San Jaime, se puede recorrer la calle del Call, la puerta de entrada al antiguo barrio judío.

Aquí vivió la comunidad hebrea hasta su expulsión por los Reyes Católicos a finales del siglo XV. Cervantes menciona esta calle en la segunda parte de El Quijote, donde se sitúa una supuesta imprenta, recordada hoy por una placa de cerámica entre los números 14 y 16.

Muy cerca de la Catedral se encuentra el Templo de Augusto. Aquí se pueden ver cuatro impresionantes columnas y el basamento del antiguo templo romano dedicado al César. A poca distancia, está la Plaza del Rey, una plaza custodiada por el Palacio Real Mayor, que fue la principal residencia de los Condes de Barcelona. En este palacio, los Reyes Católicos recibieron a Colón tras su viaje a América, y aún se pueden ver restos de la muralla romana en sus cimientos.

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