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‘Éramos mentirosos’: serie perfecta para el verano en la que nada es lo que parece

la serie 'Éramos mentirosos'.
Cartel de la serie 'Éramos mentirosos'.

Crítica de Éramos mentirosos, serie de Prime Video que ya se ha convertido en todo un fenómeno en la plataforma de pago de Amazon. Lujo, juventud, belleza, romances, luchas familiares y un misterio que resolver. A priori, esta historia nos la han contado ya mil veces y es verdad. Éramos mentirosos no descubre nada nuevo pero hay algo que hace muy bien: mezclar. Se trata de un cóctel de muchas otras películas y series aunque es mejor no desvelar referencias para no hacer spoilers a quién no la haya visto todavía. Lejos de producciones parecidas como El verano en que me enamoré o incluso Riverdale, la que nos ocupa se luce en cuanto a sus intenciones. Tiene muy claro lo que quiere contar y lo lleva hasta sus últimas consecuencias. Más allá del juego de espejos que plantea, esta producción es rica en personajes y se ahonda en algunos conflictos interesantes (el privilegio, la naturaleza del bien y del mal…). Y todo para un público juvenil que no va a sentir que le toman por tonto. Lo peor, sin embargo, es una factura visual bastante mediocre e incluso fea.

Trama y datos de producción

Éramos mentirosos sigue a Cadence Sinclair Eastman y su estrecho círculo apodado “los Mentirosos”, durante sus escapadas de verano en la isla privada de Nueva Inglaterra de su abuelo. Los Sinclair son parte de la élite de Estados Unidos, conocidos por su atractivo físico, fortuna familiar y envidiable unión. Pero después de que un misterioso accidente cambie la vida de Cadence para siempre, todos, incluidos sus queridos «Mentirosos», parecen tener algo que ocultar.

«Los Mentirosos» son Emily Alyn (Gossip Girl, The Babysitter, Doctor Sueño) como Cadence Sinclair Eastman, Shubham Maheshwari como Gat Patil, Esther McGregor (Babygirl, Obi-Wan Kenobi) como Mirren Sinclair Sheffield, y Joseph Zada (Invisible Boys, Total Control) como Johnny Sinclair Dennis. Completan el reparto Caitlin Fitzgerald (Succession, ¿Quién es Anna?) como Penny Sinclair, Mamie Gummer (True Detective, The Good Fight) como Carrie Sinclair, Candice King (Crónicas Vampíricas, After. En mil pedazos) como Bess Sinclair, Rahul Kohli (iZombie, La caída de la Casa Usher) como Ed Patil, y David Morse (True Detective, La milla verde) como Harris Sinclair.

La serie 'Éramos mentirosos'.
La serie ‘Éramos mentirosos’.

La serie está escrita por las showrunners Julie Plec (Crónicas vampíricas, Legacies) y Carina Adly MacKenzie (Roswell, New Mexico, Los Originales), que también son productoras ejecutivas. Además en la producción ejecutiva se encuentran Emily Cummins (The Endgame, Vampire Academy) de My So-Called Company, Brett Matthews (Legacies), Pascal Verschooris (Crónicas vampíricas) y la autora de la novela E. Lockhart. Universal Television, división de Universal Studio Group, y Amazon MGM Studios están detrás del proyecto.

No es más de lo mismo

Una joven rica y guapa es encontrada inconsciente en la playa privada de su familia. La han atacado pero no se sabe quién y por qué. Un año después, ella sigue sin recordar nada de lo ocurrido y sus seres cercanos no sueltan prenda. Ahí se inicia un viaje para saber lo que ocurrió el verano anterior. Hasta aquí, más de lo mismo. Gente joven y guapa con vida de lujo con problemas de ricos que intentan crear en el espectador cierto deseo aspiracional.

Los protagoonistas de la serie 'Éramos mentirosos'.
Los protagonistas de la serie ‘Éramos mentirosos’.

Típica serie de privilegiados que sufren mientras montan en coches de lujo y van a fiestas pomposas mientras se acuchillan (metafórica y literalmente) entre sí. ¿Necesitamos otro Élite u otro Gossip Girl? Estas producciones, aunque sean calcadas, suelen tener un público fiel, salen rentables, normalmente entretienen aunque se olviden una vez terminadas. Pero, puede, y sólo en parte, que Éramos mentirosos ofrezca algo más.

Antes de que en el último capítulo se resuelva el misterio (cosa que, obviamente, no haremos aquí), la serie nos ha dado una visión bastante poco común en este tipo de productos sobre lo que es el privilegio racial y de clase, sobre si tu estatus te condena a ser mala persona o cómo, en el caso de abrazar la bondad, ésta choca de frente con tu estilo de vida. ¿Se es un hipócrita cuando vas de justo pero no te acuerdas del nombre de tu jardinero? Esto mismo se pregunta uno de los personajes, quien reniega de lo que le rodea pero lo disfruta como el que más.

Después, poco a poco, vemos la desintegración de una familia que, como en todas, cuecen habas. Y después, se llega a un desenlace que no es original ni mucho menos pero sí inesperado para un producto juvenil de estas características. Y sí, lo confieso, lloré mucho con los últimos veinte minutos de Éramos mentirosos.

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En el lado negativo decir que el empaque visual de la serie es malo. Esos cromas y esa fotografía de anuncio noventero de perfume barato rebajan ( y mucho) la calidad del conjunto y restan fuerza a la historia.

También hay un problema narrativo, sobre todo en el primer capítulo. Tras un breve prólogo narrado en voz en off, saltamos directamente al pasado. No es hasta el segundo episodio que vemos a la protagonista de la actualidad lidiando con su trauma (hubiera sido mejor combinar ambos tiempos desde el arranque).

Pero, en definitiva, Éramos mentirosos es una serie que entretiene, emociona y, sobre todo, que tiene algo que contar.

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