Muere un hombre en una explosión de una empresa pirotécnica en Cangas del Narcea (Asturias)
El trabajador, de 41 años, se encontraba preparando un preparado de pólvora
Un hombre de 41 años ha muerto este miércoles, 27 de marzo, en una explosión en una empresa pirotécnica de Cangas del Narcea, en Asturias. Los hechos han tenido lugar en torno a las 09:15 horas de este miércoles en el interior de las instalaciones de la empresa Pirotecnia Pablo. Inmediatamente, se ha dado aviso de lo ocurrido a la Guardia Civil.
El trabajador se encontraba realizando un preparado de pólvora para su uso en pirotecnia cuando ha tenido lugar la explosión que ha acabado con su vida. Hacia el lugar se han trasladado efectivos de Seguridad Ciudadana, del SEDEX (Servicio de Desactivación de Explosivos), de la Intervención de Armas y de la Policía Judicial de la Guardia Civil.
La explosión se ha producido en una de las casetas de la zona de polvorines, donde se guarda la pólvora y el material explosivo, de esta empresa de Cangas del Narcea. Según ha informado La Nueva España, la caseta ha quedado desintegrada y las autoridades han encontrado entre las ruinas los restos del fallecido.
Además de los efectivos de las unidades de explosivos, hasta el lugar se han desplazado dos ambulancias, que finalmente no han hecho falta. En un principio, se llegó a barajar la posibilidad de que tras la explosión hubiese quedado atrapado otro trabajador. Una información que después se ha descartado.
El verano pasado tuvo lugar un suceso muy similar en la localidad valenciana de Villamarchante, aunque en este caso, afortunadamente, no hubo víctimas mortales. Dos personas resultaron heridas en una explosión pirotecnia en la comarca del Campo del Turia.
Explosión en un instituto
Hace sólo dos meses, dos niñas de 11 años y uno de sus profesores resultaron heridos en una explosión en el laboratorio del Instituto San Fernando de Badajoz. Las dos niñas tuvieron que ingresar en la UCI, mientras que el hombre no necesitó ingreso hospitalario porque sufrió quemaduras de menor gravedad.
El suceso tuvo lugar durante un experimento con alcohol en unas jornadas de puertas abiertas del centro educativo, en las que había alrededor de un centenar de menores. Fueron los padres allí presentes los que se encargaron de desalojar el edificio, que estaba prácticamente evacuado cuando llegaron los servicios de emergencia.
Ambas menores de edad sufrieron quemaduras de tercer grado en la cara y las extremidades durante la realización del experimento en el laboratorio del centro escolar. Por ello, tuvieron que ser ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital cercano.