Un hacha y sangre en el sofá: el registro y las imágenes de la casa de Chapinería

Tras el registro en la casa de la mujer hallada descuartizada en el municipio de Chapinería, la Guardia Civil analiza multitud de vestigios biológicos y un hacha recogidos en la escena del crimen. Los testigos vieron a los dos detenidos, la hija y el yerno de la mujer, tomando el aperitivo con la víctima sólo unas horas antes del homicidio.
Fueron diez horas de registro ininterrumpido por parte de los perros del servicio cinológico, especialistas de policía científica y de homicidios de la Comandancia de Madrid que desembocaron en la detención de una de la hijas y el yerno de la víctima.
El trabajo se centró especialmente en el baño de la casa buscando sangre o huellas, además del jardín. La vivienda (como pueden observar en esta imagen de OKDIARIO) se encontraba más ordenada de lo que los guardias esperaban salvo el salón del chalet, donde se acumulaban montañas de ropa y todo tipo de objetos desbordaban la mesa y los muebles mezclados con fotografías de la víctima y de sus hijas.
Los guardias recogieron en varias estancias de la casa restos de lo que parecía sangre, especialmente en el sofá, y se llevaron un hacha con la que podría haberse cometido el crimen. Todo ello se analiza ahora en los laboratorios de la Guardia Civil.
Para finalizar los guardias detuvieron a África, una de las hijas de la víctima, y la trasladaron a los calabozos donde esperaba su pareja Emilio. Ambos están detenidos en relación con el asesinato de María Luisa de 70 años que según calcula la investigación se produjo alrededor del 25 de julio. La tarde del 24 los testigos vieron a la víctima tomando el aperitivo con los presuntos asesinos en un tono de absoluta normalidad a pesar de las frecuentes peleas que protagonizaban.
Esos testigos contradicen frontalmente las declaraciones de África en las que ponía tierra por medio con su novio. La ahora detenida insistía en que ya no le unía relación alguna con el hombre que compartía casa con ella y su madre, sin embargo los testigos y la hermana de África le contradicen.
La sospechosa tampoco pudo explicar con claridad que pasó la noche del crimen. Asegura que los tres se emborracharon y ella subió a dormir a la primera planta de la casa dejando a su madre con Emilio en el salón. Las contradicciones en sus declaraciones y la ausencia de una coartada creíble desencadenaron su detención y la de su pareja, ambos vigilados sin descanso por la Guardia Civil desde el pasado martes en que se hallaron los restos del cadáver descuartizado de María Luisa.
Los investigadores siempre sospecharon de la pareja y la hipótesis principal es que podrían haberla matado durante un enfrentamiento por asuntos personales. Marisa, la otra hija de la víctima, apunta que el móvil del crimen podría deberse a las disputas por la venta de la vivienda de la víctima. Ella fue la única que denunció la desaparición de su madre el 29 de julio, y días después volvió para contarle a la Guardia Civil que tras la desaparición de su madre algunos testigos habían visto al novio de su hermana con un carrito de la compra rondando la zona donde el pasado martes se hallaron cinco partes del cuerpo de la víctima.
Aún es pronto para determinar si Marisa murió a manos de Emilio y su hija encubrió a su pareja. La investigación no ha hecho más que comenzar, serán los guardias de homicidios los que tengan que resolver cuál ha sido el papel de cada uno de los dos detenidos en el crimen de Maria Luisa.
Temas:
- Guardia Civil