Triunfó en ‘Farmacia de guardia’ en los 90 y ahora sorprende con su nueva vida fuera del mundo del espectáculo

Durante la década de los 90, su rostro formó parte del día a día de millones de españoles que seguían con fidelidad una de las ficciones más icónicas de la televisión. Como Guille, el hijo pequeño de Lourdes Cano en Farmacia de guardia, Julián González conquistó al público desde muy joven y se convirtió en uno de los actores infantiles más reconocidos de su generación. Sin embargo, su recorrido no siguió el mismo patrón que el de otros intérpretes surgidos de series populares: con el paso del tiempo, fue desapareciendo hasta encontrar una nueva vocación, tan creativa como inesperada.

Con apenas nueve años, Julián González dio el salto al mundo de la interpretación de la mano de Antonio Mercero, creador de Farmacia de guardia. Aquel personaje travieso, entrañable y carismático formó parte del elenco principal durante los años de emisión de la serie, que fue líder de audiencia desde 1991 hasta su final en 1995. Su éxito como Guille fue inmediato y le permitió participar en otros proyectos televisivos en los años siguientes, pero, a diferencia de otros compañeros de reparto, su vinculación con la interpretación se fue diluyendo progresivamente.

La trayectoria de Julián González

Tras trabajar en producciones como Compañeros, Ellas son así o Código fuego, Julián fue alejándose de las cámaras sin hacer ruido. Aquel tránsito hacia la vida anónima no fue fruto de una decisión precipitada ni de una ruptura traumática con el medio. Fue una transición consciente, meditada, en la que el antiguo actor fue descubriendo nuevos intereses que le llevaron a reformular sus objetivos personales y profesionales.

«Sentía que necesitaba hacer algo más, algo distinto, y que me diera estabilidad», explicaba años después en declaraciones recogidas por ABC. Así comenzó un recorrido que le llevó a alejarse por completo del mundo del espectáculo para adentrarse en un terreno nuevo, el del diseño de interiores, la arquitectura y la rehabilitación de espacios.

Lejos del mundo de los platós, Julián González comenzó a formarse en áreas vinculadas al diseño y la obra. Según la información de OKDIARIO, dirige Trivinsa, una empresa especializada en reformas integrales e interiorismo, con sede en Valladolid. Allí lidera múltiples proyectos que abarcan desde viviendas particulares hasta espacios comerciales, combinando funcionalidad y estética con una visión práctica y moderna del diseño.

En su perfil profesional en LinkedIn, se define de forma clara y directa como «Director de proyectos de interiorismo, rehabilitación y reformas integrales». Esa nueva faceta le ha permitido desarrollar otra forma de creatividad, menos expuesta al foco público pero igualmente exigente y apasionante. Cada día está marcado por la gestión de obras, la coordinación de equipos técnicos, la supervisión de proveedores y la atención al detalle en la ejecución de reformas.

Los nuevos proyectos del artista

En una entrevista con la publicación Tu Reforma, Julián explicaba que su interés por la arquitectura viene de lejos. «Desde siempre yo sabía reconocer cada ciudad por los edificios. Me gustaba la arquitectura. Conocí este camino y mi carrera, aparte de la artística, fue decoración e interiorismo. Y llegó un momento en el que dije: ‘ya que lo tengo ahí, ¿por qué no pruebo un nuevo camino?’», revelaba sobre sus motivaciones.

Antes de consolidarse como profesional en su ciudad natal, residió durante cuatro años en Londres, una experiencia que le sirvió para tomar perspectiva y explorar nuevas posibilidades. A su regreso a Valladolid, comenzó a trabajar en la empresa LMG, donde se inició formalmente en el sector, marcando el comienzo real de una carrera completamente diferente a la que lo dio a conocer ante el gran público.

Así es la vida de Julián González

A pesar del éxito que alcanzó como actor infantil, Julián González ha conseguido mantenerse al margen de la atención mediática durante años. No ha protagonizado escándalos ni ha intentado regresar a la televisión en busca de la fama perdida. Su adiós fue voluntario y a día de hoy se ha mantenido firme en su decisión de continuar fuera de los focos.

No obstante, en ocasiones puntuales ha regresado brevemente al universo que lo vio nacer profesionalmente. Participó en La última guardia, una película producida con motivo del 20 aniversario de Farmacia de guardia, donde retomó el personaje que lo convirtió en una figura conocida en todo el país. También formó parte de Colegas, una webserie que reunió a varios actores juveniles de los años 90, pero su presencia fue puntual y no supuso un regreso al mundo del espectáculo.

Aunque mantiene contacto con antiguos compañeros de reparto, su vida actual dista mucho de la que llevó cuando era una figura pública. Sus redes sociales reflejan esa elección: no hay alardes, no hay mensajes hacia la fama y su actividad se limita al ámbito estrictamente profesional. Prefiere seguir construyendo su nueva identidad en un entorno más privado, lejos de la exposición.

Más de tres décadas han pasado desde que Julián González debutara en la televisión como el pequeño Guille. Aquel personaje permanece vivo en la memoria colectiva de una generación, pero el actor que lo encarnó ha dado forma a una historia personal distinta, marcada por la adaptación y la capacidad de reinventarse.