Si cada vez que vas a a una cafetería haces este gesto, definitivamente eres de clase media-baja
Un gesto tan pequeño como llevarse los azucarillos al salir de un bar puede reflejar la clase social y los hábitos de ahorro
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Si cada vez que vas a una cafetería haces este gesto, definitivamente eres de clase media-baja: llevarse los azucarillos. Así, si al salir del bar te llevas los azucarillos, perteneces a una clase social muy concreta. Es un pequeño gesto en la cafetería que delata tu lugar en la escala social. Por ello, robar azucarillos no es solo una manía: también es un marcador de clase.
En la vida cotidiana, la clase social no solo se expresa en grandes decisiones, sino también en microgestos. Llevarse los azucarillos del bar es uno de ellos: una acción pequeña que revela cómo se interioriza la escasez, el valor del ahorro y la relación con el consumo, y que sitúa simbólicamente al individuo dentro de una determinada franja social.
¿Qué dicen los estudios y teorías sociológicas?
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El sociólogo Pierre Bourdieu planteó en su obra La distinción. Criterio y bases sociales del gusto (1979) la idea de que los gustos, las prácticas culturales y los consumos cotidianos funcionan como una forma de «capital simbólico»: a través de ellos, las clases sociales se distinguen, se reproducen y se afirman.
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Distintos estudios muestran que hábitos cotidianos —como lo que comes, cómo compras, dónde compras, cómo gastas— tienden a correlacionarse con tu posición socio-económica. Por ejemplo, un trabajo reciente concluye que el estatus económico se asocia con un consumo más diverso (marcas, rangos de precio, tipologías): quienes tienen más recursos consumen de forma más variada; quienes tienen menos, muestran patrones más limitados.
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Otro estudio analiza cómo familias de distintos orígenes sociales estructuran sus prácticas alimentarias diarias: lo que compran, cuándo y cómo comen, cómo valoran ciertos alimentos, los rituales cotidianos… Y concluye que esas prácticas reflejan y refuerzan las desigualdades de clase social.
- La sociología del consumo postula que el consumo es una práctica social que ayuda a definir estilos de vida, identidades y distinciones sociales