Pedro Sánchez acude a la graduación de su hija mayor en un instituto público de la Comunidad de Madrid
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez había liberado su agenda este viernes por la tarde. No tenía ningún acto público porque había reservado la tarde para acudir junto con su esposa y sus padres a la graduación de segundo curso de Bachillerato de su hija Ainhoa en un instituto público de la Comunidad de Madrid, en la localidad de Pozuelo de Alarcón, donde la familia Sánchez Gómez residió hasta llegar a La Moncloa. Durante dos horas, el presidente mostró su cara más amable, la que sólo utiliza cuando se encuentra en familia. Allí estuvo OKDIARIO como testigo de la fiesta de graduación de la hija de Sánchez.
A las seis menos cinco de la tarde llegaba acompañado de su esposa, Begoña Gómez, vestido con un traje de color verde y camisa blanca y su esposa con un traje de pantalón negro a un instituto de Pozuelo de Alarcón. Diez minutos antes habían llegado los padres del presidente, que pasaron inadvertidos entre la multitud y el abuelo materno. Dentro, se graduaban al aire libre sobre un escenario montado en el patio del centro educativo dos grupos enteros del segundo curso de Bachillerato. El instituto es bilingüe y está adscrito a la red de centros de Bachillerato de Excelencia. El acto comenzó a las seis de la tarde y transcurrió sin incidentes, aunque las puertas se cerraron a esa hora y para entrar era necesario enseñar una invitación de familiar. Sobre el escenario al aire libre hubo varias actuaciones musicales de alumnos, entrega de diplomas, discursos de los profesores y de los mejores alumnos de cada grupo, que en este caso fueron dos alumnas vestidas con sus mejores galas, ataviadas con la beca de graduación que en este centro es de color rojo.
El instituto pertenece a la red de centros públicos de la Comunidad de Madrid y como particularidad hay que señalar que tiene un extenso programa de Religión que se ofrece en todos los cursos, desde 1º de la ESO a 2º de Bachillerato. En el centro también se imparte el programa de Excelencia en Bachillerato, que está destinado a los alumnos que finalicen la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) con un excelente expediente académico. El curso que viene comenzará a ofrecer el Bachillerato Internacional de la ESO (PAI), similar al que estudia la princesa Leonor en Gran Bretaña.
Los alumnos que deseen incorporarse al programa deberán acreditar haber concurrido a las pruebas de los premios extraordinarios de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de la Comunidad de Madrid, o bien deberán acreditar haber obtenido en las materias de Lengua Castellana y Literatura, primera Lengua Extranjera, Ciencias Sociales, Geografía e Historia y Matemáticas de cuarto de la Educación Secundaria Obligatoria una nota media igual o superior a 8 sobre 10.
A las ocho de la tarde concluía la ceremonia con la consabida foto de familia en la que posaron los padres, los abuelos paternos, el abuelo materno y la nueva graduada, Ainhoa, de 17 años, ante la expectación de algunos curiosos, en su mayoría alumnos que pidieron hacerse un selfi con el presidente. Sánchez posó amablemente con todos sin perder la sonrisa. No hubo abucheos ni silbidos de protesta a la entrada o a la salida, fue una tarde plácida, de las pocas a las que está acostumbrado el presidente en actos públicos. Sin ir más lejos, por la mañana, su ministro del Interior tuvo que enfrentarse al descontento de los familiares de los nuevos agentes graduados en la Escuela de Policía de Ávila, que protestaban de esta sonora manera las palabras de Pedro Sánchez del jueves, cuando llamó «piolines» a los agentes desplegados durante los altercados de Cataluña del 1 de octubre.
A las 8 y 20 de la tarde, Pedro Sánchez se fundía con su hija en un fuerte abrazo y le decía «ve dentro y diviértete». La fiesta continuó y ahora para Ainhoa, la hija mayor de Pedro Sánchez, comienza lo más difícil, escoger si hace el examen de ingreso en la universidad (antigua Selectividad) para obtener la nota que le dé acceso a la carrera que quiera estudiar o elegir que su futuro vaya por otros derroteros. Sánchez ya ha graduado a una hija, pero todavía queda la pequeña, Carlota, de 15 años, que deberá esperar un par de cursos todavía. Quizás entonces su padre ya no sea presidente del Gobierno.