Miles de firmas para que la Fiscalía no presente cargos contra el hombre que ayudó a morir a su mujer

Más de 2.500 personas han firmado la petición para que no se presenten cargos contra Ángel Hernández, el detenido por ayudar a su mujer a morir tras más de 30 años enferma terminal.

La eutanasia volverá al Congreso (Foto: AFP)
La eutanasia volverá al Congreso (Foto: AFP)

El caso de Ángel Hernández, el hombre que ha ayudado a su mujer, María José Carrasco, a quitarse la vida tras más de 30 años gravemente enferma de esclerosis múltiple, ha abierto nuevamente el debate de la despenalización de la eutanasia en España. Por ello, y tras ser detenido este miércoles, más de 1.720 personas han firmado en pocas horas la petición para que la Fiscalía no presente cargos contra el detenido por cumplir los deseos de su esposa.

El impulsor de esta petición en Charge.org es el médico Marcos Hourmann, condenado por ayudar a morir a una paciente enferma por un cáncer de colon. Fue condenado a un año de prisión, sentencia que no le obligaba a entrar en la cárcel ni se le inhabilitó para ejercer, por lo que tuvo que emigrar a Reino Unido. El hombre detenido ayer por la muerte de su mujer, enferma terminal, tras suministrarle una sustancia letal ha pasado esta tarde a disposición judicial en los Juzgados de Plaza de Castilla, ha informado a Europa Press un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.

El impulsor de la petición explica en Change.org que en 2005 ayudó a morir a una paciente terminal de 82 años, tal y como le había pedido su hija. «Le provoqué la muerte porque creo, ante todo, en la vida», explica desde el portal de votaciones.

Marcos Ariel Hourmann fue el primer médico en España condenado por practicar la eutanasia. «Al despertarme hoy y ver que Ángel Hernández había sido detenido por ayudar a su mujer a morir he sentido rabia e impotencia, la misma que sentí con aquella llamada hace más de 10 años», relata.

Para el médico, lo que ha hecho Ángel, el detenido, con su mujer es «un gesto de amor» que ella le había pedido. «No puedo soportar ver la injusticia que se está cometiendo contra este hombre. Después de haber cuidado a su mujer durante tantos años, después de ver cómo la persona de la que se había enamorado quiere dejar ya este mundo, y después de tener que pasar por algo tan duro como ayudar a morir a alguien a quien quieres, es detenido por la Policía. Es decir, ni siquiera le dan la oportunidad de pasar el duelo. Es un acto de injusticia», escribe.

«No podemos dejar que Ángel sea castigado por un acto de compasión», termina Hourmann.

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