El colegio británico Michaela castiga a los niños cuyos padres no han pagado el comedor escolar

Con la llegada de agosto, en España, muchas familias empiezan a palidecer por el comienzo del curso y la derrama económica que ello supone. Libros de texto, material escolar, transporte y comedores escolares. Esto último ha levantado muchas ampollas en territorio nacional por la cantidad de familias que no pueden hacer frente al gasto que supone la alimentación de los hijos en época escolar.

El caso de la elitista escuela Michaela, en el londinense barrio de Wembley, ha alarmado a la comunidad entera después de que el Daily Mail se hiciera eco de las medidas que adoptó en junio frente a los padres que no habían pagado las cuotas del comedor.

La directora del centro, Katharine Birbalsingh, una reconocida escritora educada en Oxford y ligada al partido conservador, decidió enviar una carta a los morosos avisando, con una amenaza velada, de que los hijos cuyos padres no hubieran pagado la cuota del comedor, serían separados a la hora de la comida de los que sí la habían pagado.

Esta separación, que supone un castigo psicológico muy duro para los niños, consiste en el aislamiento de los hijos de los morosos en un comedor aparte y de negarle la comida del comedor, dándoles un sandwich y una pieza de fruta. Medida que muchos padres han considerado una humillación hacia las familias con una economía más reducida.