EL FOCO DE MARÍA ZABAY: ENTREVITA A LA EXPERTA EN DESARROLLO COGNITIVO

Catalina Hoffman: «El cerebro no olvida, el cerebro sustituye»

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El médico y científico español Santiago Ramón y Cajal desentrañó los misterios de la estructura del sistema nervioso y descubrió que «todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro», es decir, la neuroplasticidad. Con sus trabajos, demostró que el cerebro es un órgano maleable a lo largo de toda la vida y no solamente en los primeros años, donde resulta clave para aprender a caminar, hablar, leer y desarrollar habilidades. Nuestro sistema nervioso cambia a partir de su interacción con el entorno; es decir, las redes y los circuitos neuronales se van modificando según sean utilizados más o menos, dependiendo también de las actividades. Este descubrimiento le valió el Nobel en 1906 y ser considerado el padre de la neurociencia moderna.

Esa neuroplasticidad es la base del trabajo de Catalina Hoffmann, terapeuta ocupacional especializada en desarrollo cognitivo. Hoffmann lleva más de dos décadas estudiando el cerebro y trabajando para desarrollar su propio método, el Método Neurofitness, con técnicas que ayudan a conseguir unos mayores resultados de nuestro cerebro, relajarnos y mejorar en problemas como el estrés o el insomnio. Todo depende de nosotros. La clave esencial que comparte con nosotros en la entrevista: «Escucharnos».

Nuestro cerebro, formado por alrededor de 100.000 millones de neuronas, necesita que esas neuronas se comuniquen para enviar mensajes por todo el cuerpo (desde ordenar a los músculos que se contraigan o se relajen para realizar un movimiento, hasta la tarea intelectual más complicada, pasando también por las funciones que originan, controlan y modulan las emociones). Esta comunicación se conoce como sinapsis. Pero, estas redes neuronales no son permanentes, el cerebro tiene la capacidad de desarrollarlas, disminuirlas o reorganizarlas a lo largo de nuestra vida. Con Catalina Hoffman analizamos el sistema neuronal vertical, es decir, la conexión entre las neuronas del cerebro, del corazón y del estómago. Ella afirma que «la manera de conseguir que las neuronas de nuestro cerebro, corazón y estómago estén conectadas es aprendiendo a escucharte».

El trabajo de Catalina Hoffmann se fundamenta en aprovechar al máximo la capacidad que tiene el cerebro para desarrollar y destruir sinapsis neuronales. Una capacidad que se mantiene toda la vida y que se extiende por todo el cuerpo, ya que existe un sistema neuronal vertical que conecta las neuronas presentes en el cerebro con las del corazón y el estómago. «La manera de conseguir que las neuronas de nuestro cerebro, corazón y estómago estén conectadas es aprendiendo a escucharnos y eso es algo que hacemos muy poco a pesar de ser tremendamente importante», explica Hoffmann.

Trabaja también aspectos referentes a la salud del cerebro, como la hidratación o el descanso. «Nuestro cerebro no descansa nunca», afirma. «De hecho, mientras dormimos está muy activo, porque se produce el lavado de áreas cerebrales para limpiar las sustancias nocivas del cerebro». Ese lavado, asegura, juega un papel crucial en nuestra salud física y mental.

La plasticidad cerebral también ayuda en otros aspectos fundamentales para la salud física y mental, como la capacidad de desarrollar resiliencia, algo indispensable para superar situaciones muy duras. En esta entrevista, Catalina Hoffmann nos explica que existen ejercicios para mejorar el rendimiento de nuestro cerebro en ese sentido y eliminar bloqueos que nos mantienen anclados en emociones y pensamientos negativos. «Nuestro cerebro no distingue la realidad de la ficción. Si le digo a mi cerebro que no soy capaz, me bloqueo. Por eso es importantísimo evaluar cómo nos hablamos a nosotros mismos», nos explica. «Una herramienta increíble para eliminar bloqueos es la escritura».

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