Los tratamientos médicos innovadores no llegan a España pero Sánchez alaba la gestión sanitaria en la UE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido a Estrasburgo para participar en una sesión plenaria y exponer las conclusiones correspondientes al semestre de la presidencia española. Como no cabía pensar de otra manera, Sánchez ha aludido al ámbito sanitario asegurando que ha sido una gestión de «éxito», aunque reconoció que faltaba tiempo para sacar adelante nuevos proyectos. Pero, sin duda, el éxito al que se refería es sesgado, ya que la gestión sanitaria en España, no puede ser más desalentadora. Según el informe anual de indicadores de acceso a terapias innovadoras en Europa (WAIT), la disponibilidad a nuevos tratamientos en nuestro país es de un 58% cuando en Alemania es de un 88% y de un 80% en Italia. 

Los nuevos medicamentos son los principales responsables de que las personas vivan más años y con mejor calidad de vida, como ha demostrado de manera reiterada la evidencia científica. Sin embargo, buena parte de esta innovación no está llegando a los pacientes españoles que la necesitan o lo hace con mucho tiempo de retraso y con restricciones en su uso.

Así, con estos datos se puede constatar que los pacientes españoles pueden acceder a través del Sistema Nacional de Salud (SNS) a 98 de los 168 medicamentos aprobados en este ejercicio. La alegría del presidente del Gobierno hacia su gestión sanitaria tampoco puede ser avalada cuando hablamos del tiempo medio de disponibilidad, ya que ese tiempo, entre autorización por la UE e incorporación en el SNS, ha aumentado hasta los 629 días, de 517 de hace sólo un año. En todo caso, este plazo sobrepasa ampliamente lo establecido por la legislación europea de 180 días.

Por otro lado, como se aprecia en el informe, la mitad de los nuevos medicamentos disponibles en nuestro país (51%) cuentan con una disponibilidad limitada. ¿Esto qué quiere decir? Que 50 de los 98 medicamentos financiados en España en el periodo analizado están sometidos a algún tipo de restricción de uso, por indicación terapéutica, tipo de paciente, etc. El porcentaje de medicamentos con restricciones en España está muy por encima de otros países de la UE como Alemania (1%), Italia (12%) y Francia (17%), y además se ha incrementado en 10 puntos porcentuales en nuestro país desde el informe anterior.

El éxito sanitario que anuncia Pedro Sánchez tampoco recuerda que el nuevo tratamiento inyectable de acción prolongada para pacientes con VIH, cabotegravir y rilpivirina, ha llegado a nuestro país con tres años de retraso.

En cuanto a los tratamientos para la enfermedad de la obesidad, tampoco está dentro de la agenda del Gobierno, la aprobación de los fármacos con los que se puede tratar la patología, ya que el Sistema Nacional de Salud no lo cubre y el coste medio de algunos supera los cien euros al mes.

Así, la brecha de tiempos es cada vez más amplia, los medicamentos innovadores no llegan a España y aquellos que se pueden incluso realizar en nuestro país, como algunos tratamientos de células CAR-T, tampoco se han autorizado para su desarrollo académico.

La pausa que se ha abierto en España en cuanto a avances en el SNS desde hace cinco años acarrea fallos, demoras y problemas a la hora de acceder, incluso, a ensayos clínicos, teniendo en cuenta que nuestro país es el segundo donde más se realizan, pero que luego, prueban esos tratamientos pacientes de otros países.