La sorprendente conexión entre el entrenamiento muscular y el crecimiento neuronal
El estudio sugiere que estas interacciones músculo-nervio podrían aplicarse en terapias para reparar nervios dañados
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El ejercicio no solo fortalece músculos, huesos y sistema inmunitario, sino que también promueve el crecimiento neuronal, según un estudio del MIT. Los investigadores hallaron que los músculos, al contraerse, liberan mioquinas, unas señales bioquímicas que aumentan hasta cuatro veces el crecimiento de las neuronas.
Sorprendentemente, replicar el movimiento físico de los músculos también impulsa el desarrollo neuronal, incluso sin las mioquinas. Estos hallazgos destacan que tanto los estímulos bioquímicos como los físicos del ejercicio son esenciales para la salud nerviosa.
Publicado en Advanced Healthcare Materials, el estudio sugiere que estas interacciones músculo-nervio podrían aplicarse en terapias para reparar nervios dañados, como en lesiones traumáticas o enfermedades neurodegenerativas.
«Ahora que sabemos que existe esta diafonía músculo-nerviosa, puede ser útil para tratar lesiones nerviosas, en las que se interrumpe la comunicación entre el nervio y el músculo -explica Ritu Raman, catedrático adjunto de Ingeniería Mecánica Eugene Bell del MIT-. Quizá si estimulamos el músculo, podríamos animar al nervio a curarse y devolver la movilidad a quienes la han perdido por lesiones traumáticas o enfermedades neurodegenerativas».
En 2023, Raman y sus colegas informaron de que podían devolver la movilidad a ratones que habían sufrido una lesión muscular traumática, implantando primero tejido muscular en el lugar de la lesión y ejercitando después el nuevo tejido estimulándolo repetidamente con luz.
Con el tiempo, comprobaron que el injerto ejercitado ayudaba a los ratones a recuperar su función motora, alcanzando niveles de actividad comparables a los de los ratones sanos.
Cuando los investigadores analizaron el propio injerto, vieron que el ejercicio regular estimulaba el músculo injertado para que produjera determinadas señales bioquímicas conocidas por favorecer el crecimiento de nervios y vasos sanguíneos.
«Eso fue interesante porque siempre pensamos que los nervios controlan el músculo, pero no pensamos que los músculos respondan a los nervios -dice Raman-. Así que empezamos a pensar que estimular los músculos fomentaba el crecimiento de los nervios. Y la gente respondió que tal vez fuera así, pero hay cientos de otros tipos de células en un animal, y es realmente difícil demostrar que el nervio crece más gracias al músculo, en lugar de que el sistema inmunitario u otra cosa desempeñe un papel».
«Las neuronas están unidas físicamente a los músculos, por lo que también se estiran y se mueven con ellos -explica Raman-. También queríamos ver si, incluso en ausencia de señales bioquímicas del músculo, podíamos estirar las neuronas hacia delante y hacia atrás, imitando las fuerzas mecánicas del ejercicio, y si eso también podía influir en el crecimiento».
Para responder a esta pregunta, los investigadores un conjunto diferente de motoneuronas en una esterilla de gel a la que incrustaron imanes diminutos. A continuación, utilizaron un imán externo para sacudir la esterilla -y las neuronas- de un lado a otro.
De este modo, ejercitaron las neuronas durante 30 minutos al día. Para su sorpresa, descubrieron que este ejercicio mecánico estimulaba a las neuronas a crecer tanto como las neuronas inducidas por la mioquina, creciendo significativamente más que las neuronas que no recibían ninguna forma de ejercicio.
«Es una buena señal porque nos dice que tanto los efectos bioquímicos como los físicos del ejercicio son igual de importantes», afirma Raman.
Ahora que el grupo ha demostrado que el ejercicio muscular puede promover el crecimiento nervioso a nivel celular, planean estudiar cómo puede utilizarse la estimulación muscular dirigida para hacer crecer y curar nervios dañados, y restaurar la movilidad de las personas que padecen una enfermedad neurodegenerativa como la ELA.