Cómo pueden sacarle partido los ciclistas al rodillo

La mayoría de los aficionados al ciclismo disponen de poco tiempo para salir a rodar. Básicamente suelen aprovechar los fines de semana para hacer sus entrenamientos. No hay que olvidar que estas sesiones por lo general suelen prolongarse al menos un par de horas, sobre todo si huimos de la ciudad en busca de carreteras y destinos más atractivos. Además, en esta época del año tampoco la meteorología nos invita a salir con la bicicleta. Por eso tienen a su disposición el rodillo, que puede ser una estupenda opción para mantenerse en forma. A continuación te explicamos cómo pueden sacarle partido los ciclistas al rodillo.

En realidad no puede considerarse un sustitutivo de las salidas al aire libre, aunque puede ser un estupendo complemento. Si haces entrenamientos en rodillo por semana y les añades el sábado y domingo un par de sesiones de bicicleta en exteriores podrás conseguir buenos resultados.

Piensa que entre las principales ventajas que tiene el rodillo son la práctica de la cadencia de una manera más fácil que si lo hicieras en la calle y ciertos entrenamientos como las series. Cuando te ejercites en él procura que sea en una habitación correctamente ventilada, ya que lo habitual es sudar demasiado. Si no tiene ventanas es aconsejable que coloques un ventilador.

En función de lo que busques puedes conseguir un entrenamiento de lo más exigente, en donde llegas a sudar bastante más en comparación con una salida normal. Esto te exigirá una adecuada hidratación. La cantidad de agua y sales minerales que perderás también será superior.

Uno de los grandes inconvenientes que presenta el entrenamiento en rodillo para los ciclistas es la monotonía. Además del cansancio en las piernas también se debe hacer frente a la dureza que soporta la mente. Encerrarse en una habitación o un garaje y pedalear durante varias horas exige mucha fuerza de voluntad. Por suerte tienes la posibilidad de entretenerte escuchando música o viendo una película para que el tiempo se te pase más rápido.

El tiempo que pasamos encima del rodillo con la bicicleta resulta muy efectivo ya que en todo momento tendrás que pedalear. Una hora sobre este dispositivo equivale a una hora y veinte en exteriores. Lo adecuado es dedicar unos diez minutos antes de la sesión a calentar y al término de la misma hacer el enfriamiento. Será la manera adecuada de preparar los músculos para que no sufran lesiones.

En cuanto al tiempo que se aconseja pasar encima de la bicicleta, no es muy normal dedicarle tres o cuatro horas. Con un par sería suficiente.