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Parálisis de Bell: síntomas y datos para saber si prevenirla

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Parálisis de Bell: síntomas y datos para saber si prevenirla

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Las parálisis son uno de los síntomas más frecuentes de enfermedades graves o problemas nerviosos puntuales. Si quieres saber qué es la parálisis de Bell, qué la provoca y cuáles son sus tratamientos, mejor sigue leyendo.

Se trata de una forma de parálisis facial temporal, no definitiva como otras, que se produce como resultado de un trauma específico en alguno de lo dos nervios faciales, un fallo que impide que las órdenes de éstos alcancen los músculos de la cara como lo hacen normalmente, generando esa quietud del rostro.

Una problemática de evolución variable

Los diversos estudios en la materia indican que la incidencia de las parálisis periféricas idiopáticas, o «de Bell», representa alrededor de 20 casos por cada 100.000 habitantes, por lo que es más frecuente que las demás.

Fuera de su habitualidad, otra característica diferencial es la evolución variable de esta problemática de salud. Mientras la mayoría de los pacientes se recuperan sin más secuelas, una minoría no se recupera nunca más.

Los informes señalan que aproximadamente un 15% de los casos evolucionan del peor modo, y las principales víctimas de este tipo de parálisis son las personas mayores de 70 años, si bien es común desde los 40 años.

¿Cuáles son sus causas de la Parálisis de Bell?

Ésta es una de las grandes preguntas de los investigadores científicos, y hasta ahora no hay una única respuesta. Las causas de esta parálisis son diversas, y algunas fácilmente detectables como la meningitis viral o el herpes. Lamentablemente, otros desencadenantes son algo más difíciles de distinguir y, por ende, de poder prevenir.

Eso sí, hay una cierta sintomatología concreta que suele acompañar las parálisis periféricas idiopáticas, compuesta por diagnósticos como los de alta presión arterial, dolores de cabeza o incluso infecciones crónicas en los oídos.

Su prevalencia es mucho más elevada en mujeres embarazadas o individuos con enfermedades respiratorias, quienes sufren las reacciones antes descritas en plazos máximos de 72 horas, lo que ayuda a su evaluación.

En los menores de edad, la recuperación tiende a ser total al cabo de unos días, y no deja consecuencias.

¿Se pueden prevenir estas parálisis?

Dentro de lo que se puede hacer para prevenir la parálisis de Bell, está el evitar los golpes fuertes o traumáticos. También la mala praxis durante una operación puede generar el trastorno debido a una negligencia médica.

Por ende, estar completamente a salvo de estas parálisis es imposible, y solamente queda ser cuidadosos, confiar en las instituciones sanitarias donde nos atendamos y rezar para no estar entre las víctimas menos afortunadas.

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