Nuevo escándalo del Gobierno en Valencia tras la Dana: recorta las unidades de salud mental estatales
En los tres primeros meses de funcionamiento atendieron únicamente a 262 personas y realizaron 472 intervenciones


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La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Valencia ha presentado una queja formal al Ministerio de Sanidad de Mónica García, por la escasa actividad de las unidades estatales de salud mental creadas tras la DANA de octubre de 2024. Así, la situación meteorológica provocó graves inundaciones, desplazamientos, pérdidas humanas y de materiales, como un importante impacto emocional en la población, por todo ello. Ante la magnitud de la catástrofe, el Gobierno de Pedro Sánchez, anunció la creación de 14 Unidades de Salud Mental de Emergencia (USME) para atender a las personas afectadas, aunque finalmente sólo se implantaron nueve, y de ellas prácticamente ninguna está operativa.
El problema, según la Generalitat, es que estas unidades han tenido muy poca actividad real. En los tres primeros meses de funcionamiento atendieron únicamente a 262 personas y realizaron 472 intervenciones, pese a contar con 48 profesionales, entre ellos sólo 16 psicólogos. Además, se pusieron en marcha ocho meses después de la catástrofe, cuando la atención psicológica temprana es clave para prevenir problemas más graves como la ansiedad crónica o el trastorno de estrés postraumático. Esta demora ha generado malestar en el gobierno autonómico, que considera que la respuesta estatal ha sido insuficiente.
Mientras tanto, la Generalitat tuvo que actuar con sus propios medios. Puso en marcha Unidades de Atención al Trauma y reforzó los servicios de salud mental en los municipios más afectados. Hasta abril de 2025, estos equipos habían atendido a más de 1.700 personas, entre ellas muchos menores. Paralelamente, las consultas por problemas psicológicos en Atención Primaria en las zonas más golpeadas por la DANA aumentaron un 63 %, y los diagnósticos de ansiedad y estrés postraumático se dispararon.
Operatividad de las USME
Otro punto de fricción ha sido la falta de operatividad de las USME durante episodios posteriores de alerta roja por lluvias. Según la Generalitat, mientras sus equipos atendían a cientos de personas, las unidades estatales no acudieron a trabajar. Esto ha generado confusión y descontento en la ciudadanía, que espera de estos servicios una respuesta inmediata y efectiva.
Desde la Consejería de Sanidad también se denuncia que estas unidades se promocionaron como dispositivos con capacidad asistencial psicológica, cuando en realidad no ofrecen tratamientos como los que sí proporciona la red pública autonómica. Para el ejecutivo valenciano, esto crea falsas expectativas y puede minar la confianza en el sistema de salud mental.
Compromisos adquiridos, incumplidos
Ante esta situación, la Generalitat ha decidido elevar una queja formal al Ministerio, reclamando que cumpla los compromisos adquiridos y refuerce de forma real y efectiva la atención psicológica post-catástrofe. Además, ha anunciado la creación de un centro de referencia en atención al trauma que abriría en 2026 y atendería tanto a víctimas de catástrofes naturales como de violencia y abusos. Mientras tanto, continuará presionando para que las USME funcionen con mayor eficacia y se destinen los recursos prometidos en tiempo y forma.