Factores de transferencia, el refuerzo para el organismo
Estas pequeñas moléculas obtenidas del calostro bovino y de la yema de huevo, potencian el bienestar general
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Los factores de transferencia son moléculas diminutas que transfieren información inmunitaria, por ejemplo, de una madre a su hijo durante la lactancia a través del calostro. Estas partículas «educan» al sistema inmunitario para que aprenda a reconocer las posibles amenazas para la salud y emita una respuesta combativa.
Estos factores de transferencia también pueden ser conferidos de otras formas. El doctor Henry Sherwood Lawrence, de la Universidad de Nueva York, conocido por ser uno de los fundadores de la nueva rama de la biología que explora la función de los linfocitos, fue pionero al demostrar cómo la respuesta inmunitaria podía ser transferida de una entidad a otra. Este investigador descubrió, trabajando en la tuberculosis, que con sólo una fracción de pequeñas moléculas procedentes de los linfocitos era capaz de transferir la sensibilidad a la tuberculina a un receptor inconsciente. Sherwood demostró de esta manera que se podía educar el sistema inmunológico con estas pequeñas moléculas a las que denominó «factores de transferencia».
Estas partículas son cadenas peptídicas compuestas de decenas de aminoácidos que almacenan toda la experiencia del sistema inmune, pero ni transfieren anticuerpos ni los crean directamente, sino que su función es enseñar a las células del sistema inmune a ser ‘más inteligentes’ para poder reconocer antígenos específicos que de otra manera pudieran pasarles inadvertidos.
En declaraciones a OKSALUD, el presidente de la Asociación de Terapias Naturales (Cofenat) de Valencia y experto en Nutrición Ortomolecular, José Ramón Llorente, explica: «No cabe duda de que uno de los pilares fundamentales para el buen funcionamiento de nuestra salud reside en la fortaleza de nuestro sistema inmunitario. En estos últimos años han aparecido diversos productos que han demostrado una especial eficacia para estimular o modular la respuesta inmune y sin duda uno de los mejores son los factores de transferencia».
Propiedades y usos
«Estas pequeñas moléculas no son vitaminas ni minerales ni hierbas. Son una mezcla especial de aminoácidos. No están reconocidos por el sistema farmacéutico actual por lo que se comercializan como complemento alimentario. Generalmente están elaborados a partir de derivados del calostro bovino y la yema de huevo y se pueden incorporar en nuestra dieta diaria para sentirnos mejor y reforzar nuestro organismo frente a posibles ataques de virus y hongos», añade Llorente.
En el mercado, los podemos encontrar en múltiples formas de administración, como cápsulas, tabletas masticables, zumos para beber, productos para disolver y productos de uso tópico. Los factores de transferencia, concluye el experto, tienen un efecto positivo como coadyuvante en el restablecimiento de tejidos en las intervenciones quirúrgicas, para lo que se recomienda usarlo antes y después de una intervención.
Además, según varios estudios, los factores de transferencia se usan normalmente para las infecciones, a menudo en personas con sistemas inmunitarios débiles. Estas condiciones infecciosas incluyen bacterias o virus en el torrente sanguíneo (septicemia), infecciones sinusales, bronquitis, gripe, resfriado común, herpes zóster, hepatitis B y también infecciones fúngicas y parasitarias.