Los expertos avisan: es necesario realizar un control inmunitario tras la vacunación del Covid-19

Enfermería Satse
La enfermería está volcada en los cuidados..

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

Más de 35 millones de personas están vacunadas con la pauta completa en España, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad. Es decir, más del 73% de la población española está vacunada contra el Covid-19. Es un porcentaje que, además, nos brinda una posición positiva con respecto a otros países de la UE, sin embargo, y a pesar del buen ritmo en la vacunación, debemos tener en cuenta que el tener anticuerpos no nos garantiza que no haya infección si no tomamos precauciones.

Pero, además de todo ello, también tendemos a pensar que el hecho de estar vacunados en más del 73% de la población nos otorgaría la deseada inmunidad de grupo, pero la aparición de nuevas cepas como Delta y Lambda, más infecciosas y resistentes a las vacunas, nos alejan de este objetivo tan deseado.

Estamos 100% vacunados, ¿todo ha terminado?

Desgraciadamente resulta que no, según explican desde Quirónprevención, ya que no todas las personas desarrollan la misma respuesta inmunitaria frente a la vacuna. De hecho, tras tres semanas de haber recibido la última dosis de la vacuna que le hayan inoculado (una única dosis en el caso de la vacuna Janssen), debería producirse en nuestro organismo una seroconversión, pudiendo detectar, a través de una prueba serológica, qué cantidad de anticuerpos específicos contra el virus de la COVID-19 tenemos.

Si bien, ésta será variable según la eficacia de cada vacuna y el tiempo transcurrido desde la vacunación, así como de otros factores que en determinados casos pueden comprometer la respuesta inmunitaria o calidad de la misma (seguir determinados tratamientos farmacológicos, edad avanzada, etc).

Estar vacunados no garantiza estar protegido frente a la infección

En este punto es importante aclarar que la presencia de anticuerpos no garantiza que estemos protegidos frente a la infección. Tal como detallan desde Quirónprevención, para eso deberíamos generar anticuerpos neutralizantes y, al menos por el momento, sólo tenemos el dato de la cantidad de anticuerpos, no de su capacidad de desmontar el virus. No obstante, apuntan, el generar anticuerpos ya es un éxito.

Pero, ¿y si no se produce esa seroconversión porque mi cuerpo no ha generado anticuerpos? Existe un porcentaje de población que directamente no seroconvierte, como ya apunta Fundació UITB en su documento Revisión sobre las vacunas frente a SARS-CoV-2 en el que señala que «dado que la eficacia en los ensayos clínicos se sitúa en torno al 90%, si a nivel comunitario se observara este mismo porcentaje en la efectividad vacunal, la cobertura debería incrementarse asumiendo que hay un porcentaje de vacunados, en torno al 10%, que no quedan inmunizados”.

Sobre esto, desde Quirónprevención, el Dr. Antonio Moreno Villena, médico adscrito al Área de I+D+i de la compañía, explica que, «aunque el porcentaje de personas que no desarrolle una respuesta inmunitaria suficiente tras la vacuna será bajo, entre un 5 y 10%, es un problema tanto de salud pública como de prevención de riesgos laborales, que es lo que nos compete a nosotros».

¿Cómo deberá actuar una compañía para conocer la inmunidad de sus empleados?

Las compañías, entre otros aspectos, deberían dotarse de herramientas con el fin de conocer, controlar y cuidar de la salud de sus trabajadores en la fase posvacunal. Porque, además, otras de las dudas alrededor de la inmunidad es la duración de la protección a la COVID-19.

En este sentido, explican los especialistas, es sabido que tras la vacuna se produce una pérdida de inmunidad con el paso del tiempo. De hecho, el propio Ministerio de Sanidad recoge en su documento de Información sobre la inmunidad frente a COVID-19 lo siguiente sobre Moderna: «La eficacia de la vacuna a partir del día 14 tras la segunda dosis llegó al 95,6% para los de 18 a 64 años y del 86,4% para los de mayor edad. La eficacia entre los días 14 y 28 fue del 92,1%. En los grupos de riesgo de padecer Covid-19 grave fue del 90,9% y del 94,4% para todas las edades y para los de 18 a 64 años, respectivamente”.

Sobre Pfizer, por ejemplo, señala que «la eficacia, transcurridos siete días tras la recepción de la segunda dosis, fue del 95% y similar en menores o mayores de 55 años. En aquellos con patología basal llegó al 95,4%».

Las pruebas diagnósticas de Covid-19 serán una herramienta fundamental y no desaparecerán

Es evidente, destacan, que en esta nueva etapa, pese a que alcancemos un porcentaje de vacunados que nos otorgue el título de inmunidad de grupo, las pruebas diagnósticas de la Covid-19, lejos de desaparecer, se intensificarán, convirtiéndose en una herramienta de control indispensable para países, instituciones y compañías. Más concretamente, será la prueba serológica la que podrá proporcionar información relevante sobre la respuesta inmunitaria.

Como apunta el Dr. Moreno Villena, «lo ideal es planificar un estudio de inmunidad con pruebas periódicas que puedan ir proporcionándonos información sobre la inmunidad inicial y su evolución a lo largo del tiempo. Lo que nos podrá dar pistas de si necesitaremos o no una dosis de refuerzo y qué subpoblación de trabajadores de acuerdo con los criterios que Sanidad establezca, son subsidiarios de recibirla».

Lo último en OkSalud

Últimas noticias