Dr. François Peinado: “El coito es responsable del 46% de las fracturas de pene”
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La salud sexual masculina constituye un aspecto crucial del bienestar integral de los hombres y, en este contexto, la prevención de traumatismos y daños a los genitales emerge como un componente esencial para preservar la calidad de vida y la funcionalidad sexual. Los genitales masculinos no sólo desempeñan un papel fundamental en la reproducción, sino que también son clave para el equilibrio emocional y físico de los individuos, tal y como explican en la Clínica Mayo.
Los traumatismos y daños a los genitales pueden tener consecuencias significativas, no sólo en términos de salud sexual, sino también en la calidad de vida en general. La importancia de prevenir lesiones en esta área va más allá de la mera consideración estética; abarca la preservación de la función eréctil, la salud reproductiva y la integridad física.
En este contexto, la promoción de la salud sexual masculina implica abordar las cuestiones médicas y también fomentar una cultura de prevención y cuidado que contribuya a preservar la integridad física y emocional de los hombres, asegurando así una vida sexual saludable y plena.
OKSALUD entrevista al doctor François Peinado, jefe del Servicio de Urología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y de Olympia (Madrid) cirujano urólogo-andrólogo especialista en cirugía reconstructiva de pene, Peyronie y medicina sexual, quien nos explica que es esencial la adopción de medidas preventivas, la concienciación sobre prácticas seguras y el uso adecuado de equipos de protección para salvaguardar los genitales masculinos de posibles traumatismos. Además, incide en que la educación sobre los riesgos asociados con actividades cotidianas, que podrían generar lesiones en esta zona del cuerpo es fundamental.
PREGUNTA.- El pene no es un hueso, así que ¿a qué nos referimos cuando hablamos de ‘fracturas de pene’?
RESPUESTA.- Las fracturas de pene consisten en la rotura de la túnica albugínea que rodea los cuerpos cavernosos -ya que, en efecto, el pene no tiene huesos- y suelen anunciarse con un crujido audible seguido de dolor intenso, rápida detumescencia -pérdida rápida de la erección-, hinchazón y formación de un hematoma del cuerpo del pene debido al sangrado debajo de la piel. A veces (25% de los casos), la uretra también está dañada y se puede ver sangre a través de ella.
P.- ¿Cómo se producen estas fracturas?
R.- Una fractura de pene ocurre con el pene erecto. El traumatismo cerrado sobre el pene en flacidez no suele provocar fracturas de pene, sino hematomas por fuera de la túnica albugínea o cavernosos.
Durante la erección, el miembro aumenta de tamaño debido a la sangre que penetra en dos estructuras cilíndricas que son los cuerpos cavernosos del pene y si se dobla de repente se puede romper el revestimiento exterior de una de las dos estructuras cilíndricas, la túnica albugínea. Esto se suele producir con más frecuencia durante una relación sexual al golpearse el pene contra la pelvis cuando sale de la vagina, debido a una flexión forzada o por una masturbación agresiva.
El coito es responsable del 46% de las fracturas de pene por el choque del pene erecto contra la sínfisis púbica o periné de la pareja tras la salida del pene de la vagina. La posición con la mujer encima es la que más se asocia a este riesgo. Entre las causas descritas también se encuentran la masturbación (en un 18% de los casos), el traumatismo cerrado, la flexión forzada, la rotación o la caída de la cama con el pene en erección durante las relaciones sexuales, la electrocución, la lesión por arma de fuego, la avulsión, la autolesión e incluso las mordeduras de animales.
En algunos países de Oriente Medio, como Irán, hay más prevalencia de fracturas de pene debido a la práctica común del taqaandan, que consiste en el doblamiento desde la punta del pene erecto para conseguir detumescencia en situaciones poco adecuadas para la erección. Esta práctica puede generar un exceso de presión sobre la túnica albugínea que supera su resistencia y provoca una fractura.
P.- ¿Qué hay que hacer cuando se produce una fractura de este tipo?
R.- Una fractura de pene requiere atención médica urgente. Por lo general, la lesión se puede diagnosticar con un examen físico, pero es posible que se necesiten pruebas adicionales, como una ecografía. Normalmente, se recomienda llevar a cabo rápidamente una reparación quirúrgica (en período de hasta 48h). Una alta proporción de los casos intervenidos de forma temprana presenta una recuperación de la erección con rigidez adecuada. En estos casos, el manejo conservador de la lesión (con tratamiento médico) se ha demostrado menos efectivo que el tratamiento quirúrgico, con mayor cantidad de problemas asociados (como disfunción eréctil en un 22% de casos), por lo que sólo se recomienda la actitud conservadora en presencia de rotura de venas superficiales o hematomas subcutáneos limitados. En este tratamiento se utilizará vendaje compresivo, frío local, antiinflamatorios orales y abstinencia sexual.
P.- ¿Qué apariencia presenta un pene fracturado?
R.- En principio hay varios tipos de fracturas. El signo más frecuente en la fractura de pene es la decoloración, que aparece en el 41% de los casos, inmediatamente seguida de edema e hinchazón, presente en el 39% de los casos, lo que confiere el aspecto en berenjena clásico de la fractura de pene que es una consecuencia del hematoma subcutáneo y el edema.
En caso de rotura de la fascia de Buck (capa de tejido que envuelve los cuerpos cavernosos del pene) puede extenderse a la pared abdominal. En la exploración, se puede apreciar una sensación de ‘hachazo’ a nivel de la fascia de Buck (zona de la rotura del cuerpo cavernoso). En ocasiones, este hallazgo es difícil de apreciar por el hematoma que cubre la zona.
Otro signo característico es el ‘Signo de mariposa’ observado a nivel del periné́ que sugiere la rotura doble, la de fascia de Buck y la rotura uretral (38% de los casos). En este caso puede cursar con uretrorragia (sangrado por la uretra).
P.- ¿Qué perfil masculino corre más riesgo de sufrir una fractura de pene?
R.- La edad media de los pacientes con fractura de pene es de 42 años. Esto resulta curioso porque nos podría indicar que, en contra de la creencia general, los jóvenes son más cuidadosos a la hora de tener relaciones sexuales, y evitan en mayor medida los problemas de la fractura de pene. En general, las investigaciones indican que las fracturas de pene se producen más a menudo en períodos en los que las parejas están disfrutando de momentos de relax: vacaciones, Navidad, fines de semana, verano, cumpleaños… Son momentos que pueden llevar a una cierta desinhibición que redunda en prácticas sexuales de mayor riesgo, lo que comúnmente se llama ‘sexo salvaje’.
P.- ¿Qué recomendaciones daría a los hombres para evitar este tipo de lesiones?
R.- Evidentemente, no voy a recomendar la abstinencia sexual total. Claro, si no se tienen relaciones sexuales, la probabilidad de sufrir una fractura de pene disminuye enormemente (aunque como comentaba antes, nunca es cero). Pero es poco realista dar este consejo. Por tanto, lo que sí diré es que hay que tener cuidado a la hora de realizar prácticas sexuales más intensas, especialmente cuando se haya consumido alcohol o alguna otra sustancia que pueda alterar la conciencia. En las relaciones sexuales satisfactorias y de calidad existe un amplio espacio para la seguridad. Por último, si me preguntas por algo más concreto, es cierto que los datos indican que las fracturas de pene son más frecuentes en las posiciones en las que la mujer está encima del hombre, así que se debe extremar la prudencia al practicarlas.
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