Carmen Casal: «Es necesario homogeneizar la formación de las enfermeras que trabajan en Urgencias»
"El principal reto de la atención urgente en España es la saturación y la sobrecarga asistencial”
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La atención urgente en España atraviesa una etapa de enorme presión asistencial. El aumento de la demanda, la falta de recursos y la dificultad de acceso a la Atención Primaria han convertido a los Servicios de Urgencias Hospitalarios (SUH) y a los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) en la puerta de entrada de millones de pacientes cada año. Según el barómetro sanitario de 2024, más del 45% de la población fue atendida en estos servicios, lo que evidencia la magnitud del problema y el papel crítico que desempeñan.
En este contexto, la próxima formación de los primeros MIR de Medicina de Urgencias y Emergencias en 2026 supone un hito histórico para el sistema sanitario. Por primera vez, los médicos que trabajan en Urgencias contarán con una formación específica, reglada y homogénea, adaptada a la complejidad clínica y al ritmo asistencial de entornos donde cada minuto es determinante. Sin embargo, este avance convive con una asignatura pendiente: el reconocimiento oficial de la especialidad de Enfermería de Urgencias y Emergencias.
Las enfermeras que trabajan en SUH y SEM desempeñan funciones de alta responsabilidad, autonomía y toma de decisiones críticas, para las que actualmente no existe una formación especializada regulada. Este vacío formativo afecta directamente a la seguridad del paciente, a la equidad asistencial y a la eficiencia de un sistema que depende de la coordinación precisa entre médicos, enfermeras y técnicos. De todo ello habla para OKSALUD la vicepresidente de Enfermería de Semes, Carmen Casal.
PREGUNTA.- ¿Cuáles son los principales retos que afronta hoy la atención urgente en España?
RESPUESTA.- El principal reto es la saturación y la sobrecarga asistencial. Esto se debe a varios factores: aumento de la demanda, problemas de acceso a la Atención Primaria y falta de recursos y profesionales especializados. Además de la poca información a la población sobre las patologías que requieren de atención urgente y cual no. También los servicios de urgencias se están utilizando por los pacientes como forma de descongestión de las distintas listas de espera en los diferentes servicios de salud
P.- ¿Qué papel desempeñan actualmente los Servicios de Urgencias Hospitalarios (SUH) y los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) en el sistema sanitario español, teniendo en cuenta que atienden más de 30 millones de consultas al año?
R.- Ambos servicios son la entrada al sistema sanitario y la red de seguridad para el ciudadano, manejando situaciones que comprometen la vida. Los SUH (Servicios de Urgencias Hospitalarios) y los SEM, gestionan más de 30 millones de consultas al año (es decir, el 45% de la población de España fue atendido según el barómetro sanitario del 2024), demostrando su rol insustituible y el volumen de atención que soportan. Como comentaba antes se utilizan también como válvula de escape a algunas listas de espera, pero lo que los pacientes no entienden es que los especialistas que tienen que valorarlos son otros, no los que actúan en los SUH y SEM, sino los que los valoran en consultas externas.
P.- En 2026 comenzarán a formarse los primeros MIR de Medicina de Urgencias y Emergencias. ¿Qué supone este hito para el sistema sanitario?
R.- El inicio de la formación MIR en Medicina de Urgencias y Emergencias en 2026 es un hito histórico y un avance fundamental para la sanidad española. Por fin, el médico que trabaja en urgencias tendrá la formación específica, reglada y homogénea necesaria para el manejo experto de cualquier patología aguda o crítica. Esto conseguirá que la asistencia médica en los SUH y SEM sea mucho más segura para los enfermos, de mayor calidad y donada por profesionales específicamente preparados para ello.
P.- A pesar de este avance, ¿por qué sigue siendo imprescindible reconocer una especialidad propia para Enfermería de Urgencias y Emergencias?
R.- El cuidado enfermero en urgencias y emergencias requiere un alto grado de autonomía, criterio clínico y toma de decisiones rápida bajo una presión extrema.
Se necesita una homogeneización en la formación de las enfermeras que trabajan tanto en los servicios de urgencias hospitalarias como en emergencias extrahospitalarias. Esto aportaría una disminución de eventos adversos en un entorno donde el tiempo es un aspecto clave. La seguridad del paciente y la continuidad asistencial son la máxima prioridad para la enfermería en situaciones de urgencia y emergencia. La seguridad de los pacientes y profesionales aumentaría, las actividades de enfermería serían las idóneas y la formación de las enfermeras estaría dirigida a la competencia que en los SUH y SEM deben desarrollar
P.- ¿Qué lagunas formativas existen actualmente en el Grado de Enfermería y en las especialidades ya reconocidas que no cubren las necesidades reales de las Urgencias y Emergencias?
R.- El Grado de Enfermería y las especialidades actuales (como Familiar y Comunitaria, o Cuidados Críticos) no cubren el conjunto específico de competencias que requiere la atención integral de la urgencia y emergencia en todos los ámbitos (hospitalario, prehospitalario y de catástrofes). Específicamente en el Grado de Enfermería, sólo una competencia hace referencia al conocimiento sobre Soporte Vital Avanzado, pero ninguna a la asistencia a pacientes urgentes, por tanto el déficit de los egresados respecto a este tipo de asistencia es prácticamente total
P.- ¿De qué forma una formación especializada contribuye a la seguridad del paciente y a la equidad asistencial?
R.- Una formación especializada contribuye directamente a la seguridad del paciente porque: una enfermera experta maneja de forma más rápida y precisa las situaciones críticas, minimizando el riesgo de errores en la valoración, el triaje, la administración de medicación o la aplicación de técnicas invasivas. Es decir, es capaz de enfrentarse a las situaciones urgentes con una tasa de capacitación demostrada previamente por su formación
P.- ¿Cómo se articula el trabajo coordinado entre medicina, enfermería y técnicos de emergencias (TES) en los SUH y SEM?
R.- El trabajo se articula como un equipo de alta cohesión donde cada profesional aporta su rol específico, bajo el liderazgo compartido en la asistencia. El éxito radica en la confianza mutua y el conocimiento estricto de las competencias avanzadas de cada uno.
P.- ¿Qué competencias avanzadas debe tener una enfermera de Urgencias y Emergencias para integrarse eficazmente en estos equipos?
R.- Una enfermera de Urgencias y Emergencias debe tener competencias avanzadas como: Triaje estructurado: capacidad para clasificar de forma rápida y segura la gravedad de un paciente; cuidados enfermeros avanzados; liderazgo de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) Avanzada; gestión de Incidentes con Múltiples Víctimas (IMV) y Catástrofes; desarrollo de técnicas específicas de asistencia a pacientes urgentes: manejo de material de electromedicina variado; capacidad de adaptación a entornos complejos donde prestar cuidados de forma correcta y rápida; y un amplio abanico de necesidades que sólo puede conseguir mediante una formación dirigida.
P.- ¿Por qué es especialmente importante que estas competencias estén reguladas y reconocidas mediante una especialidad oficial?
R.- Es especialmente importante por ser la única garantía de profesionalidad y seguridad en un entorno de alto riesgo. Un título oficial (EIR) es la prueba irrefutable de que el profesional ha superado un programa formativo riguroso y homogéneo. Es la certificación de la excelencia en el desempeño de funciones vitales y de alto riesgo.
P.- SEMES impulsa la campaña ‘Cuidando tu seguridad, especialistas en Enfermería de Urgencias y Emergencias’. ¿En qué consiste y cuál es su objetivo principal?
R.- La campaña busca sensibilizar e informar a la ciudadanía, profesionales y, sobre todo, al Ministerio de Sanidad sobre la necesidad urgente de crear la especialidad de Enfermería de Urgencias y Emergencias. El objetivo principal es que la atención sanitaria urgente y emergente esté siempre a cargo de profesionales especializados.
P.- ¿Existe consenso dentro de la comunidad profesional para impulsar esta especialidad enfermera? ¿Qué pasos son necesarios por parte del Ministerio de Sanidad para hacerla realidad? ¿Cómo mejoraría la atención a los pacientes si existiera esta especialidad enfermera? ¿Qué beneficios aportaría al propio sistema sanitario en términos de eficiencia, seguridad y capacidad de respuesta?
R.- Por parte de la Sociedad de Medicina de urgencias y emergencias (SEMES) existe un consenso profesional amplio y consolidado. Aunque existe otra tendencia en aglutinarnos con críticos. Desde la sección de enfermería de SEMES creemos que, para evitar la dilución de competencias, es necesaria la especialidad única de Enfermera Especialista en Urgencias y Emergencias. Además las competencias específicas de cada campo de actuación son diametralmente diferentes, por entorno, material, técnicas y tipo de pacientes
P.- ¿Qué le gustaría que la ciudadanía entendiera sobre el papel de las enfermeras en situaciones de urgencia y emergencia?
R.- Me gustaría que la ciudadanía entendiera que las enfermeras de Urgencias y Emergencias son mucho más que asistentes. Somos profesionales autónomas, altamente cualificadas, expertas en gestión del riesgo y toma de decisiones críticas bajo presión. Exigir un especialista es pedir la máxima calidad para la atención de tu vida y la de tus seres queridos.