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Alimentos tóxicos que todavía forman parte de nuestra cocina

La lista incluye productos que han sido prohibidos por las autoridades

Siempre nos han enseñado que los alimentos frescos y naturales son el mejor aliado para un estado de salud envidiable. Sin embargo, existen ciertos productos con el poder suficiente para transformar ese equilibrio en la peor de nuestras pesadillas. En este caso, no nos referimos a las grasas saturadas, sino a ingredientes tóxicos que han sido prohibidos por las autoridades competentes pero aún forman parte de la cocina más tradicional.

Ante un panorama de semejantes características, es importante recalcar que se trata de alimentos al alcance de muy pocos. La mayoría de ellos han sido tratados correctamente antes de su distribución, eliminando cualquier peligro para el consumidor. Toma nota de nuestros consejos y activa la señal de alarma.

Bayas de saúco

El exceso de bayas de saúco puede provocar náuseas.

Sus increíbles propiedades antioxidantes, depurativas y antiinflamatorias las han convertido en un alimento a tener en cuenta en las dietas de adelgazamiento. Unos beneficios que no comparte con las hojas y las semillas de su propia planta. Estas incluyen un componente químico que produce cianuro o ácido cianhídrico, capaz de inducir al paciente en un ataque al corazón.

Nuez moscada

Lleva mucho cuidado con la miristicina.

¿Has oído hablar de la miristicina? Se trata de una sustancia psicoactiva presente en la nuez moscada y cuyo exceso provoca mareos, vómitos, dolor de cabeza y alucinaciones. Pero tranquilo, la cantidad que el ser humano suele utilizar para condimentar sus platos es insuficiente para alcanzar dichos efectos.

Almejas de sangre

China ha recogido más de 300.000 casos de intoxicación.

Este ingrediente es uno de los más exclusivos y solicitados de China. Una fama opuesta a las terribles consecuencias que puede desencadenar su consumo. Las almejas de sangre poseen un líquido de hemoglobina en sus tejidos blandos, que a su vez contiene multitud de virus y bacterias. Dando lugar a casos de fiebre tifoidea, hepatitis A o disentería.

Anacardo crudo

El anacardo está vinculado a la dermatitis por contacto de urishiol.

Es imposible que los anacardos que compras en el supermercado sean crudos, a pesar de lo que indique el envase. Este alimento, en su estado más primitivo, contiene un aceite que da lugar a una enfermedad conocida como dermatitis por contacto de urishiol. Una afección que suele estar acompañada de edemas, inflamación localizada y supuración.

Hueso de cereza

En este caso, el problema radica en el hueso de la fruta.

La cereza, la ciruela, el durazno y el damasco son algunas de las frutas más saludables del mercado. Sin embargo, su hueso contiene pequeñas cantidades de cianuro, que puede causar estragos si el individuo lo ingiere en exceso. Los síntomas de dicha intoxicación son la desorientación, dolor de cabeza, episodios de ansiedad, vómitos y mareos. Además, en dosis altas, puede dar lugar a dificultades en la respiración, aumento de la presión arterial o insuficiencia renal.