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Economía
Estafas

La peligrosa estafa del datáfono que está a punto de llegar a España: te lo acercan al bolsillo

Atención a la estafa de la que ahora te vamos a hablar ya que se produce cada vez más en verano, y además no solemos darnos cuenta hasta que ya hemos sido victimas de ello. Puede darse la situación de que vayas caminando por una zona turística, con la precaución de llevar tu móvil en una mano y el bolso bien cerrado. Parece que no ocurre nada malo, pero en realidad, es posible que alguien te esté robando en ese mismo momento, sin tocarte, sin hablarte y sin siquiera mirarte directamente. Basta con que se acerque lo suficiente. Un pequeño gesto, apenas perceptible, y el dinero desaparezca de tu cuenta. Se trata de la estafa del datáfono y cada vez más gente la sufre.

Este tipo de fraude ya se ha detectado en países como Italia, donde una mujer fue detenida tras usar un datáfono pirata para vaciar cuentas de turistas. Su técnica consistía en acercarse lo justo como para activar el pago sin contacto de las tarjetas que muchas personas llevan en bolsillos, mochilas o bolsos sin protección. Y lo más preocupante: lo hacía en plena calle, sin levantar sospechas, en medio de multitudes y sin armar escándalo alguno. Sólo se requirió un terminal de cobro y una víctima que nunca supo lo que había pasado hasta que revisó su cuenta. En España, las autoridades ya están alertando sobre este estafa del datáfono, que podría extenderse rápidamente, así que debemos estar en alerta, y ser muy conscientes de que cualquiera de nosotros puede ser victima de ella.

La estafa del datáfono que podría llegar a España

Lo que más desconcierta de esta estafa es su aparente simplicidad. No es necesario recurrir a hackeos sofisticados ni herramientas de espionaje avanzadas. Sólo se necesita un datáfono alterado (es decir, un dispositivo que aparenta ser legal pero está manipulado para registrar transacciones sin consentimiento) y una víctima que lleve una tarjeta con tecnología contactless sin ninguna barrera de seguridad adicional.

La mujer detenida en Italia operaba de forma metódica: identificaba turistas despistados, preferiblemente con mochilas o bolsos abiertos, y les pasaba el datáfono por detrás, simulando un movimiento cualquiera. En fracciones de segundo, si la tarjeta estaba activa para pagos sin PIN, la transacción se completaba. Nadie se daba cuenta y al final del día podía acumular cientos o miles de euros.

Este tipo de robos se han denominado ya como carterismo 2.0, porque reemplazan el hurto físico de la cartera por una extracción digital, igual de efectiva pero mucho más difícil de detectar en el momento. Para cuando la víctima revisa su cuenta o recibe la notificación del cargo, el ladrón ya está lejos. Y el dinero, por lo general, es irrecuperable.

Eventos multitudinarios: el caldo de cultivo perfecto

Los entornos con gran afluencia de personas (como conciertos, festivales o incluso mercados navideños) son el escenario ideal para este tipo de delitos. En Italia, la detenida actuó nada más y nada menos que durante el funeral del Papa Francisco, aprovechando las aglomeraciones y el caos para deslizarse entre la multitud sin levantar sospechas.

Y aquí en España podría pasar lo mismo en cualquier fiesta popular, donde los asistentes suelen ir con mochilas abiertas, bolsillos traseros sin vigilancia o bolsos colgados a la espalda. Y si a eso le añadimos el calor, el ruido, las prisas o el consumo de alcohol, la atención disminuye y el riesgo aumenta. Los delincuentes lo saben. Y por eso se mueven justo ahí.

Los expertos ya han advertido que este tipo de delitos no se quedan en un sólo país. Son tácticas que viajan rápido, igual que las modas o los bulos de internet. Cuando una técnica funciona en un lugar, otros estafadores la copian, la adaptan y la perfeccionan, así que nosotros no somos la excepción y podría llegar en cualquier momento.

Cómo protegerte de este nuevo tipo de robo

Afortunadamente, no todo está perdido. Aunque los delincuentes aprovechan la tecnología a su favor, también existen formas sencillas de protegernos. La más eficaz: utilizar carteras o fundas especiales con bloqueo RFID o NFC. Estos accesorios crean una barrera que impide que cualquier datáfono pueda leer nuestra tarjeta a menos que la saquemos intencionadamente.

Otra recomendación básica es desactivar el pago sin contacto si no lo usas habitualmente, o bien establecer un límite bajo para estas transacciones. Muchos bancos permiten configurarlo desde la app móvil. También es útil activar las notificaciones instantáneas para cada movimiento en tu cuenta. Así, si ocurre un cargo inesperado, puedes bloquear la tarjeta al momento.

Y, por supuesto, estar alerta. No se trata de vivir con miedo, pero sí con consciencia. Si alguien se acerca demasiado en un sitio abarrotado, si notas un roce sospechoso o simplemente quieres prevenir, basta con mantener tus tarjetas en un bolsillo delantero o en una funda segura y con ello, que sea del todo imposible acceder a ellas.