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Ni Pocoyó ni Peppa Pig: la serie de dibujos animados de los años 60 que aún enseña grandes valores a los niños

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Pocoyó o Peppa Pig lideran las preferencias actuales de los más pequeños, pero existe una joya de la animación que ha resistido el paso del tiempo. Lejos de quedar en el olvido, esta serie nacida a finales de los años 60 continúa transmitiendo valores fundamentales como la amistad, la valentía y la autenticidad.

Su fórmula ha logrado mantenerse vigente durante varias generaciones. Esta producción demuestra que es posible mezclar humor, misterio y enseñanzas en un formato atractivo y duradero.

La serie de dibujos animados de los años 60 que sigue enseñando buenos valores

La serie de dibujos animados que revolucionó la forma de hacer animación educativa fue Scooby-Doo, estrenada en 1969. Su origen responde a un contexto social específico: la preocupación por la violencia en la televisión tras el asesinato de Robert F. Kennedy.

Fue Fred Silverman, ejecutivo de CBS, quien impulsó la idea de una serie infantil más amigable, inspirándose en The Archie Show. La serie de dibujos animados, originalmente pensada como The Mysteries Five, presentaba una banda de jóvenes músicos acompañados por un perro pastor.

Sin embargo, tras varias modificaciones lideradas por los productores Joe Ruby y Ken Spears, junto con el diseñador Iwao Takamoto, el concepto evolucionó hacia un grupo de adolescentes resolviendo misterios junto a un gran danés cobarde pero adorable: Scooby-Doo.

El título final se inspiró en una improvisación vocal de Frank Sinatra, de la canción Strangers in the Night. Así nació un fenómeno que redefinió la animación y que dejó numerosas enseñanzas en millones de niños.

Enseñanzas y valores que Scooby-Doo transmite a los más pequeños

Lejos de limitarse al entretenimiento, Scooby-Doo se convirtió en una fuente constante de enseñanzas. Shaggy y Scooby, los personajes más temerosos, demostraban que la valentía no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de actuar a pesar de él.

En cada episodio, el trabajo en equipo se presentaba como clave para resolver cualquier obstáculo: Vilma aportaba inteligencia, Fred estrategia, Daphne resolución, y todos sumaban sus talentos sin perder su esencia individual.

La autenticidad era celebrada, no juzgada. Cada miembro de la pandilla era distinto, pero todos necesarios. La «scooby-galleta» se convirtió en un símbolo de recompensa personal: una forma de celebrar pequeños logros y darse un respiro tras enfrentar lo desconocido.

Como recuerda Univisión, también destacaba la importancia de cuestionar, de investigar más allá de las apariencias, y de no rendirse incluso cuando las cosas se complicaban.

El legado de Scooby-Doo: una serie animada que sigue vigente tras cinco décadas

Scooby-Doo logró mantenerse vigente gracias a su fórmula adaptable: misterios, humor, y un mensaje positivo. La serie ha tenido numerosas versiones, películas animadas y videojuegos, pero el núcleo se ha mantenido intacto.

Su estructura narrativa, en la que lo sobrenatural siempre se desvela como una farsa humana, enseñó a generaciones a mirar con ojo crítico.

Actualmente, más de medio siglo después de su creación, Scooby-Doo sigue siendo una referencia educativa, cultural y emocional. Y lo más impresionante es que lo consigue manteniendo su frescura, ganando nuevos seguidores entre los más pequeños.