Agradecer y sonreír, ¿qué nos aporta?
En muchas ocasiones hemos escuchado lo importante que es la risa. ¿Cuáles son los beneficios de agradecer y sonreír? Aquí te los contamos.
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‘Por favor’, ‘gracias’, ‘disculpas’, ‘permiso’. Parecen expresiones pasadas de moda, y no se trata de buenos modales, algo que también suena completamente perimido. Es importante y muy saludable que la próxima vez que tengas que pedir algo, le agregues “por favor”. Y si alguien hace algo por ti, digas “gracias”. Por supuesto todo esto acompañado por una sonrisa. El efecto de pedir por favor, agradecer y sonreír es sencillamente mágico. ¿No lo crees? ¡Sigue leyendo!
Agradecer y sonreír forma parte de la educación
A todos nos gusta que nos digan que nuestros niños están bien educados. También nos resulta muy agradable cuando otras personas demuestran buena educación. Pero ¿en qué consiste la famosa buena educación?
En realidad, son hábitos que deben adquirirse en la infancia y que demuestran respeto por los demás y por nosotros mismos. Antiguamente se conocían como “buenos modales” y hoy se denominan crianza respetuosa. Más allá de la denominación, entre estos buenos hábitos encontramos:
- Decir ‘hola’, ‘buenos días’ o ‘buenas tardes’ al llegar a un lugar demuestra que reconocemos que hay otras personas, y abre la puerta al diálogo y la socialización.
- Evitar las interrupciones. Esperar su turno para hablar y no interrumpir al que está hablando es una regla básica en las reuniones. ¡Solo una minoría las respeta! Los niños deben aprender a no interrumpir las conversaciones de los adultos. Actualmente está muy de moda dejar que los niños digan lo que quieran cuando quieran, pero permitir estas conductas no los ayudará en el futuro.
- Tal vez el más olvidado de los buenos modales. Va de la mano con pedir las cosas por favor, aunque el destinatario del pedido no lo necesite. En el trabajo, pedir por favor estimula el espíritu de equipo y hace menos pesadas las horas de trabajo. A la vez, agradecer por la tarea cumplida parece estar de más pero el agradecimiento es bueno tanto para quien lo da como el que lo recibe.
¿Por qué es bueno agradecer?
Agradecer y sonreír no solamente son demostraciones de cortesía y buena educación. Está científicamente comprobado que ser agradecidos nos hace más felices y más fuertes. En realidad, ya lo sabían hasta nuestros antepasados más remotos. Según Cicerón, uno de los padres de la filosofía, quien vivió en Roma entre los años 106 y 43 antes de nuestra era, “la gratitud no solo es la más grande de las virtudes sino la madre de todas las demás”.
¿Cómo es posible?
La gratitud activa el cerebro y cuando demostramos agradecimiento o pedimos por favor se activa una región cerebral llamada hipotálamo. El hipotálamo regula funciones como el sueño, la temperatura, el metabolismo y el crecimiento mediante la liberación de dopamina. La dopamina es una de las llamadas “hormonas de la felicidad” porque actúa como una recompensa que estimula a seguir repitiendo esos comportamientos.
La gratitud tiene efectos físicos. La dopamina disminuye los dolores articulares porque ayuda a procesar los impulsos dolorosos y tiene efecto analgésico. Además, mejora el sistema inmunitario.
Por último, ser agradecidos contribuye a la salud mental. Como además las personas agradecidas tienen mejores relaciones interpersonales, sus niveles de estrés y sentimientos negativos son menores. Con lo cual duermen y se alimentan mejor y son más exitosos en sus trabajos, con lo cual mejora su salud física y mental.
Una sonrisa por favor
Cuando sonreímos activamos 12 músculos de los 36 que se utilizan normalmente para lograr una expresión facial. La diferencia entre la sonrisa y una expresión de enojo, como por ejemplo fruncir el ceño, es de solo un músculo a favor de la sonrisa.
Cuando estos músculos se movilizan, el cerebro capta la señal y libera unos neurotransmisores llamados endorfinas. Estos también están considerados como “hormonas de la felicidad”. Tienen un gran poder estimulante, analgésico y creador de sensaciones satisfactorias.
La sonrisa es un medio para transmitir emociones y tiene un gran significado biológico: la especie humana es la única que sonríe. Los movimientos de los músculos de la cara de ciertos animales, que los seres humanos pueden interpretar como sonrisas, solo son reflejos condicionados ante emociones primarias.
Agradecer y sonreír aporta salud física y mental
Ahora solo nos resta relacionar estos dos conceptos: agradecer y sonreír. La gratitud y la sonrisa activan funciones cerebrales relacionadas con la producción de hormonas del bienestar y la felicidad. Es decir, que ser agradecidos y sonreír a quienes nos rodean nos aporta salud física y mental. Pero no solamente a quien sonríe o da las gracias, estos dos fenómenos tienen efecto contagio. Quien recibe una sonrisa, sonríe; la gratitud también es positiva y estimula el mismo sentimiento en los demás.
De esta manera, agradecer y sonreír aporta salud física y mental a quienes dan y a quienes reciben. ¿Tienes costumbre de sonreír? Ya has visto que los beneficios para tu salud pueden ser muy importantes. ¡No lo olvides!
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