Raviolis de queso fritos

Los raviolis de queso fritos son un aperitivo perfecto para una noche un poco más especial. Este bocado de sabor se cocina muy rápidamente y es de los más deliciosos que existen. Los raviolis los solemos cocinar hervidos con una salsa por encima y manteniendo esa textura suave del exterior y el interior. Si cambiamos las reglas, podremos comprobar que se trata de un plato muy original y realmente exquisito. Con la capa crujiente que se genera disfrutaremos aún más de ese interior cremoso gracias al queso del que están rellenos. Atrévete a cocinar unos raviolis distintos, te enamorarán.

Ingredientes:

• 250 gr de pasta fresca
• 100 gr de pan rallado
• 2 huevos
• Tomate frito
• Aceite de oliva para freír
• Queso parmesano rallado
• Perejil picado

Cómo preparar raviolis de queso fritos:

1. Para cocinar estos raviolis de queso fritos el primer paso es darles un primer punto de cocción. El exterior debe estar crujiente, pero dependiendo del tipo de pasta que utilicemos primeramente deberemos darle un punto de cocción.
2. La pasta fresca es perfecta para este tipo de recetas, se cocinará más rápidamente y dispondrá de la textura necesaria para que quede perfecta. Ponemos una olla con agua y un poco de sal para cocinar los raviolis.
3. Cuando el agua empiece a hervir pondremos los raviolis, no deben cocinarse del todo, solo tener un punto de cocción para que se frían mejor. Los dejaremos la mitad del tiempo que pone en el paquete.
4. Pasado este tiempo los retiraremos del fuego, escurrimos bien. Este paso es importante, al estar fritos nos interesa que estén secos antes de empezar con el proceso, conseguiremos un mejor resultado.
5. Preparamos el rebozado, batimos los dos huevos en un bol. Disponemos un poco de pan rallado en un plato. Si queremos darle un poco más de sabor, podemos poner en el pan rallado una cucharada de albahaca picada y la misma cantidad de parmesano en polvo.
6. Empanamos los raviolis, primero los pasamos por el huevo y después por el pan rallado. Conseguiremos de esta manera las bases de un rebozado perfecto.
7. Freiremos los raviolis en una sartén con abundante aceite caliente. Es importante mantener la temperatura del aceite, ir friéndolos poco a poco hasta que queden dorados.
8. Colocamos los raviolis sobre papel absorbente para que eliminen todo el aceite de más que han absorbido.
9. Servimos estas delicias con una clásica salsa de tomate y un poco de parmesano rallado, estarán increíbles y son facilísimos de preparar.