¡Vuelve, Iván, vuelve!
¡Vuelve, Iván, vuelve! Jamás pensé que diría esto. Entre Iván Redondo, dándoselas de spin doctor, y el dúo Bolaños-Oscar López, tratando de reconducir un agonizante gobierno del que solo cabe esperar la convocatoria de elecciones, no sé qué prefiero. Aquel montaba performances los días pares y, estos, los impares, o al revés. También pensé que no podía haber un presidente peor que Zapatero, y miren ustedes. Cuando la superación es a la baja, solo queda echarse a llorar o, quizá mejor, a reír.
Eso es lo que hacen en tuitter, a cuenta del caso pegasus. El ingenio popular que, en forma de memes, recorre wasap y las redes cada vez que hay una gran noticia bien merecería un premio nacional. Otros en cambio, más afectados, piden prohibir Pegasus en España.
Sí, una treintena de organizaciones “pro derechos humanos”, muchas de ellas vinculadas al nacionalismo (por eso entrecomillo lo de derechos humanos), se han puesto estupendos y han firmado un manifiesto para que no se use Pegasus en España. -¿Habéis oído?, Mohamed y Putin, nada de espiarnos-. El papel lo aguanta todo, y los manifiestos progres ni te digo.
Otros, incansables, echan la culpa… ¡a la derecha! Sí, también de esto. Y no se la echan a Franco porque parecería un meme de aquellos de broma, pero son capaces.
Más allá de chistes de tuiteros bienhumorados y consignas de sectarios irrecuperables, interesa lo que nos dice la prensa, ya que por parte del Gobierno aún no sabemos nada, más allá de que ha tirado la piedra y escondido la mano. Y cuentan tanto los medios que aquí les hago un resumen para que puedan seguir la serie, pues amenaza con alargarse.
Sabemos que Sánchez fue espiado hace un año, pero nos lo cuenta ahora por transparencia. Apunten otra mentira en su haber. ¿Alguien se cree que lo hace por transparencia, tal y como presume la ministra portavoz en sus ruedas de prensa? Alguien cree que un Gobierno que ha ha infringido más de 1.000 veces la ley de Transparencia, por negar información por razones de seguridad sobre el uso del Falcon, los invitados a las Marismillas, sobre el reparto de fondos covid, etc. nos va contar ahora lo que se cuece en el CNI?
Sabemos que no, que este me too que se ha montado lo hace para despistar al personal e intentar quedar bien con sus socios. Sánchez ha decidido sobreactuar y hacerse el ofendido-espiado; si sobreactúan los indepes, yo más, se ha dicho. Pero, ¿cree que culpando al CNI echa balones fuera?, ¿que aquellos se van a olvidar del tema?
Sabemos que no, que no se van a conformar, y ya exigen cabezas en bandeja. Y Sánchez se las dará sí de ese modo sigue en la Moncloa. Pero, ¿bastará con la de la directora del CNI? ¿Se asume con esa cabeza una responsabilidad ‘política’? Puestos a poner fin al asunto con cabezas políticas, ¿no tendría que ser la de la ministra de defensa o, quizá la del responsable de la seguridad de las comunicaciones de Moncloa, un tal Bolaños?
Sabemos, también, que el CNI alertó al gobierno de posibles escuchas en julio de 2021, pero los de Podemos dicen que a ellos no les avisaron. ¿Será que el gobierno se espía a sí mismo?
Sabemos, en fin, que Sánchez ha espiado y ha sido espiado. Y se avergüenza de lo primero y no de lo segundo, cuando tendría que ser al revés. Lo que no sabemos es, a parte de alguna cabeza de turco, cuánto va a pagar a unos por su pudor, ni a otros por sus secretos ¿Quizá una mesa de diálogo y presoak kalera a los primeros y el Sahara a los segundos?
Como ven, queridos lectores, muchas cosas nos faltan por saber, lo único de lo que podemos estar seguros es que no ha sido Italia quien ha espiado a nuestro presidente ¿verdad, Antonio?