TV3, siempre a peor
La mayoría de los catalanes han desconectado de TV3 porque hace años que dejó de ser un servicio público para convertirse en el departamento de propaganda de los secesionistas. Los que piensen que la votación producida esta semana en la Cámara autonómica en la que se reprobó a Vicent Sanchis, el nuevo director de la cadena, es el inicio de una nueva esperanza para que deje de ser una herramienta de manipulación, van listos.
En los medios de comunicación de la Generalitat cualquier cambio es siempre a peor. Basta con recordar que el actual director de informativos de TV3 es David Bassa, un radical que define, en libros y en documentales, a la banda terrorista Terra Lliure como “independentismo armado”, tal y como denunciamos desde el Grupo de Periodistas Pi i Margall cuando le nombraron hace poco más de un año.
Así que si la CUP ha decidido sumarse a los grupos constitucionalistas en la Cámara catalana para reprobar a Sanchis no será para que se nombre a un director que garantice la mejor convivencia entre los catalanes y el resto de españoles. Lo que aparentemente es una buena noticia, el denunciar la politización de TV3, seguramente se convertirá en una nueva vuelta de tuerca para que esta cadena sea la punta de lanza de los secesionistas.
Los partidos constitucionalistas catalanes han hecho bien su trabajo. Han denunciado en lo que se han convertido los medios de la Generalitat: generadores de odio hacia todo lo que significa España. Pero, por desgracia, si de la CUP depende el regenerar TV3, no se avanzará en absoluto. De los que defienden la algarada callejera y el acoso al discrepante no se puede esperar nada bueno.