A tiro de permanencia
El Mallorca acabó con su maldición lejos de Son Moix con un once aparentemente diezmado en el que el sistema y la entrega innegociable están por encima de los jugadores, una disciplina que el Celta pagó con la derrota después de haber permanecido siete jornadas sin conocerla.
La lesión de Gio antes de empezar limitaba las opciones de Javier Aguirre que sigue, inmutable, a lo suyo. Con Maffeo desplazado a la izquierda, confió el otro lateral a Antonio Sánchez, lo mismo que nada menos que a Amath cuando el primer fue sustituido a diez minutos de los noventa. Se permitió el lujo de dejar la banda libre para un lateral que sube mucho para centrar, aunque no siempre bien. Encontró el semáforo en rojo igual que el resto de sus compañeros, excesivamente empeñados en tocar sin hallar espacios entre las líneas bermellonas, ni superar la presión a la que fueron sometidos.
Pertrechado, más bien amurallado, atrás, el plan del mejicano daba sus frutos en base a la velocidad de salida de Kang-in Lee y el cambio de posición de Amath, más pegado a la espalda de Muriqi e incluso a su lado para aprovechar, como así lo hizo, los movimientos del kosovar para atraer a los centrales del anfitrión. Al cuarto de hora ya pudo abrir el marcador y a los 37 minutos espaciarlo más de no haber cruzado excesivamente sendos remates solo ante la salida de Villar.
A fuerza de voluntad y cambios, Carvalhal, técnico local, mandó a los suyos al asalto. Tuvo que relevar a Veiga, estrella prematura, igual que a Miguel Rodríguez, héroe por un día en Sevilla y probó con todos sus delanteros disponibles sin que ni ellos, ni sus compañeros, lograran comunicar con Aspas, desaparecido en su combate con Raillo. Con sus artilleros controlados y sin munición con la que disparar, el muro balear resistió sin apenas daño más allá del que pudo causar un tiro del peruano Renato Tapia desde la frontal aunque, ¡ojo!, el primero que intentaba su equipo y corría ya el minuto 81.
Cada cual lucha con las armas que tiene y las del Mallorca, aunque conocidas, todavía ofrecen un buen servicio.