La Tercera Guerra Mundial se combate en Ucrania

Guerra mundial
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La Tercera Guerra Mundial ya parece haber comenzado y es preciso asumir que es así desde la convicción de que una guerra de estas características no es una guerra convencional a nivel global como las dos anteriores, ya que la Segunda, la de 1939, comenzó como una guerra convencional en Europa y terminó en Japón en 1945 con el lanzamiento de las primeras – y hasta ahora únicas- bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.

Entonces, Estados Unidos era el único en disponer del arma nuclear, pero ahora ya está en manos de varios países lo que ha permitido mantener la guerra «fría» entre los dos bloques políticos hegemónicos surgidos de aquella contienda mundial. Fueron 40 los años de ese tipo de guerra no frontal (“no caliente”) entre las dos superpotencias, por la convicción de ambas acerca de la “Destrucción Mutua Asegurada”- DMA- como ya es sabido. Pero ahora estamos en una nueva etapa de la Historia tras la desaparición del muro de Berlín y de la misma URSS y ese elemento nuclear disuasivo DMA subsiste, pero ha terminado la etapa que comenzó en 1991 con la total hegemonía estadounidense liderando el mundo, creyendo en el triunfo de la democracia liberal y la economía de libre mercado, que llevó a pensar a algunos que era el “fin de la Historia”, por ser definitiva esa victoria.

La ciencia política, y las ciencias sociales en general, no pertenecen al género de las ciencias exactas y el método empírico es preciso utilizarlo. La pública amenaza declarada por el líder chino Xi Jinping de estar dispuesto a “utilizar toda la fuerza militar que sea necesaria para recuperar Taiwán” en un marco tan relevante como el del XX Congreso del omnipotente Partido Comunista Chino que se está desarrollando esta semana en Pekín, no deja margen a la duda. El líder chino va a ser reelegido por unanimidad para un tercer mandato quinquenal y su poder va a superar el de Mao Zedong, fundador del actual Estado que ahora bajo el paraguas de “un país, dos sistemas”, es decir un régimen político de férrea dictadura comunista y una economía cada vez más capitalista, pura y dura también, se ha convertido en un emergente actor geopolítico mundial frente a EEUU.

El análisis empírico de la situación mundial señala una serie de etapas que se han sucedido en los últimos meses con una llamativa aceleración de los acontecimientos. En apenas 13 meses, en septiembre del pasado año, EEUU, Reino Unido y Australia firmaron una alianza militar conocida por el acrónimo de las siglas en inglés de los tres países -AUKUS-, claramente similar en la región del indopacífico a lo que la OTAN representa para la zona del Atlántico Norte. La alianza atlántica nació en 1949 para frenar el expansionismo soviético en la frontera oriental de Europa y fue replicada con el Pacto de Varsovia como homónima suya promovida por Moscú. El AUKUS intenta hacer lo mismo respecto a la actividad económica, militar y política por la región impulsada por China que calificó de una provocación esa iniciativa y de un intento de volver a la guerra fría por parte de los norteamericanos.

Llamativa esa apreciación en boca de los chinos, que se añade al hecho de que ahora promueven junto a la Rusia de Putin una geopolítica mundial multilateral donde no se establezcan alianzas militares basadas en el régimen político de los Estados, sino al margen de ellos y sin pretender imponer su modelo. Putin estuvo en Pekín con Xi Jinping en febrero pasado, y ambos firmaron un acuerdo bilateral estratégico entre Rusia y China calificado como de un “pacto sin límites”. Casualmente, al día siguiente de clausurarse los JJOO de invierno en China, el 24 de febrero, Putin ordenó el comienzo de la “operación militar especial” en Ucrania. Ambos países están diseñando un nuevo mapa geopolítico mundial en el que Taiwán y Ucrania juegan un importante papel instrumental al servicio de esa estrategia. De hecho, el 24 de febrero comenzó la Tercera Guerra Mundial en la que un “error de cálculo” puede precipitar una hecatombe nuclear.

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