Sin ánimo de hacer sangre, lo de Mónica García ya pasa de castaño a oscuro

Sin ánimo de hacer sangre, lo de Mónica García ya pasa de castaño a oscuro
Sin ánimo de hacer sangre, lo de Mónica García ya pasa de castaño a oscuro

Más Madrid ha presentado 1.587 enmiendas a los Presupuestos de la Comunidad de Madrid. En apariencia, cualquiera diría que la formación de Mónica García se lo ha trabajado a fondo, pero si rascamos un poco en el contenido de las mismas llegaremos a una pronta conclusión: una gran mayoría son una mamarrachada pluscuamperfecta. En el paquete top de enmiendas surrealistas hay una que destaca por encima del resto y que tiene que ver con la obsesión patológica de la médico y madre con la menstruación.

Bien sabido es que Mónica García reclama a Ayuso que reparta tampones gratis y hasta que rebaje el IVA de los productos de higiene femenina -como si la presidenta de la Comunidad de Madrid tuviera, que no la tiene, capacidad para bajar un impuesto estatal-. Todo le vale a Mónica García con tal de reprochar a Ayuso su gestión, aunque sea demostrando una hipocresía XXL, porque la demanda de reducción del IVA de los tampones debería hacérsela a Pedro Sánchez, que es quien tiene potestad para hacerlo.

En cualquier caso, la última propuesta de Mónica García es de aurora boreal: pretende que la Comunidad de Madrid sufrague un «kit de bienvenida» a la menstruación a las niñas que tengan su primer periodo. Ahora bien, y más allá de lo delirante de lo iniciativa, ¿cómo se arbitra un plan de esa naturaleza? ¿Se advierte a la Comunidad de Madrid que la niña X ha tenido o está en trance de tener su primer periodo? ¿Se adjunta nombre y apellido de la beneficiaria para que se le envíe el kit a su domicilio? La chorrada cósmica de Mónica García presenta evidentes problemas de infraestructura para llevar un mínimo control de los kit, pero la máxima responsable de Más Madrid no propone alternativa alguna. Y es que Más Madrid, para rizar el rizo,  defiende que la menstruación no es algo exclusivo de las mujeres, sino que  también afecta a «hombres trans» o personas no binarias; esto es, aquellas que no se sienten mujeres, pero que, obviamente, menstruan.

En definitiva, la propuesta de Más Madrid es un cacao operativo que no se sostiene en pie, de manera que lo mejor sería que la Comunidad de Madrid  le sufragara a Mónica García un «kit de bienvenida» con un libro de autocontrol. Porque lo de esta mujer, sin ánimo de hacer sangre, ya pasa de castaño a oscuro

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