Siempre existen soluciones

Siempre existen soluciones
Siempre existen soluciones

Como dije en mi columna anterior, con cita indirecta de Maquiavelo, el ciudadano ha de estar vigilante frente a los errores del gobernante y, sobre todo, frente a su tendencia irreflexiva al despotismo. Es un camino seguro hacia los infiernos en materia democrática. Lo grave reside que este incomprensible despiste ciudadano es bastante más habitual de lo deseable. Entonces resulta que aupamos al gobierno de lo público a quienes no son ni líderes ni saben gestionar. Una evidencia en este país y en esta tierra mediterránea. Hacemos realidad, como ha dicho Raúl del Pozo, el que “una sociedad que no tiene fuerzas para defender sus libertades y su modo de vida, está a merced de los bárbaros”.

Cabalmente, es lo que nos está ocurriendo. El mal llamado Pacto de Progreso (Psoe, Podemos, Mes) lleva siete años haciendo aguas mayores. ¡Ya es decir! Si algo le es exigible a cualquier gobierno es que atienda, como merece, la salud de los ciudadanos. No valen ni excusas presupuestarias, ni demagogias, ni mentiras, sólo idóneas para ignorantes, ingenuos y sectarios, que de todo hay. El ciudadano libre no se aviene a esta práctica de la izquierda política y, a veces, mediática. Quiere soluciones y atención solícita. Quiere medios técnicos a la altura de los tiempos que corren. Quiere los profesionales responsables necesarios, de nivel y competencia acreditados. Lo que no sea esto es desatender lo prometido y dejar al sufrido ciudadano a la intemperie.

Precisamente, por que la cifra de pacientes crece a diario, se necesitan más médicos y más enfermeras. ¡Una evidencia! Siempre ha sido así. Tenían la solución para todo. También para la sanidad. Al menos, eso predicaban. Han gozado de dos legislaturas para resolverlo. Y resulta que estamos peor que antes. Pero, ¿no decían que Mallorca era el paraíso y, además, gobernada por la izquierda? ¿Cómo, entonces, es posible el estado de cosas existente en la atención primaria? ¿Qué decir, por poner otro ejemplo, de la carrera profesional de los médicos?

Sería muy triste que la respuesta de la izquierda fuese de hecho, aunque no se diga ni se reconozca, que no hay solución, ni más cera que la que arde, como se sugiere en un medio local (G. Ventayol). Los ciudadanos, en esta materia, también en otras más, no tenemos vocación para la resignación. Siempre hay soluciones. Es cuestión de imaginación, de talento y de experiencia. Cualidades que no suele atesorar la clase política, al menos la izquierda que ahora nos gobierna. Pues bien, si el actual gobierno de izquierdas no ha encontrado solución a tan elemental y primaria necesidad ciudadana (atención primaria), durante la dos legislaturas que lo padecemos, la solución reside en el cambio político: dar oportunidad a la alternancia.

La vivienda social, por resaltar otro problema, también básico en una sociedad democrática progresista, tampoco ha sido atendido por este gobierno. También han dispuesto de dos legislaturas, que se dice pronto, para buscar solares idóneos y actuar al respecto. Pero, en la realidad de las cosas, no se ha hecho nada que se pueda apreciar y tocar. “En política, les recordaba hace unos días M. Payeras, donde no se llega con hechos se intenta llegar con gestos y propaganda”. En esto último, son maestros consumados, que, además, cuentan con portavoces suficientes en los medios, y así reforzar la eficacia electoral de sus supuestos proyectos de futuro.

El ciudadano está hasta el gorro de verificarlo todos los días. Muchas sonrisas, muchas buenas palabras, buena publicidad, buenos gestos. Muchas palabras rimbombantes. Pero, sin hechos concretos. Eso sí, la culpa, como no, es del PP y de Vox. Es hora de dar paso a la alternancia. Y, por último, el ‘Armengolazo`. Vuelve de nuevo, según se teme Miguel Lázaro, el gran recorte a la carrera profesional de los médicos. No suelen parar hasta cobrar la pieza. ¡Prudencia! Ahora que han de buscar un nuevo director del IbSalut, que sea alguien que tenga muy claro que estamos ante otra situación prioritaria. Desde 2017, ya es decir, no se ha convocado la carrera ordinaria. Aquí tropezarán en hueso duro pues se está ante una línea roja (M. Lázaro) del sindicalismo médico balear. ¡Ojo al Cristo, que es de plata! Mucho seguidísimo de Sánchez pero, ni con ello, señora Armengol, ha conseguido que nos devuelvan la deuda sanitaria histórica de 2.800 millones de euros.

¡Vaya panorama! Algo vale que el gobierno es progresista. ¿Qué os parece a quienes, por segunda vez, lo apoyasteis? ¿No sería necesario revisar vuestra posición y así evita el tirar piedras al propio tejado?

Vuestra es la palabra.

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