Si la izquierda rabia por el acuerdo PP-Vox en Valencia es que ha acertado la derecha

PP-Vox Valencia

El acuerdo alcanzado por PP y Vox para el Gobierno de Valencia se ha gestado con rapidez, eficacia, transparencia y naturalidad -también con generosidad por parte de los de Abascal, al excluir con diligencia a su candidato, rechazado por los populares por maltrato a su ex mujer- y servirá para allanar los pactos en otros municipios y territorios. Ese es el camino: a estas alturas la estrategia de estigmatización de los pactos entre PP y Vox orquestada por la izquierda es, además de absurda, patética, porque lo que ha quedado claro es que el electorado de centro-derecha entiende que los acuerdos entre ambas formaciones son estrictamente necesarios para desalojar al socialcomunismo del poder. Lo contrario, permitir por la falta de acuerdo que la izquierda siga gobernando, es lo que sería penalizado por el electorado. Lo absurdo es que la izquierda demonice el entendimiento entre PP y Vox en un intento, condenado al fracaso, de rentabilizar electoralmente unos pactos que al electorado de derecha no le provocan el menor rechazo. A estas alturas, airear el fantasma del fascismo es una antigualla política que se ha demostrado ineficaz y que sólo revela la impotencia de la izquierda.

Lo ocurrido en Valencia hay que entenderlo como un acuerdo lógico y natural entre dos formaciones que pueden discrepar en muchas cosas, pero que también coinciden en multitud de aspectos. No son lo mismo, obviamente, pero no son formaciones antagónicas. Que el PSOE siga intentando estigmatizar el entendimiento entre PP y Vox ya no cuela, porque un partido que ha unido su destino político al de los golpistas catalanes y los etarras de Bildu no está para impostadas lecciones de moralidad política. Así que cuando la izquierda grita ante los acuerdos de sus adversarios, estos podrían decir aquello de «ladran, luego cabalgamos». En efecto, el acuerdo de Valencia se ha resuelto sin ruido, de forma discreta y con celeridad. Ahora, que la izquierda se revuelva. Eso es la mejor señal.

Lo último en Opinión

Últimas noticias