Sánchez: superviviente al final de la escapada

Lo sucedido al señor presidente con el “señor de la gorra” en la Sierra de la Culebra –“¿arreglarlo tú?, ¡anda, hombre!”- en un vídeo viral que ha recorrido todos los caminos de habla hispana, es un síntoma más que evidente del desprestigio y la falta de respeto que Pedro Sánchez ha conseguido cosechar hacia su persona. ¡Ni se le respeta, ni se le teme! Lo primero es lo peor que le puede suceder a un dirigente político en ejercicio. Que no pueda pisar la calle, que cada vez que intenta acercarse al pueblo para conocer sus cuitas, le reciban con desprecio y desconsideración. Ya lo hemos visto muchas veces por estos lares.

Tras los resultados andaluces, los deudos sanchistas se han aplicado a elevar la moral de su jefe mediante halagos impropios, lo cual viene a delatar el estado de ánimo de su comandante. Como buen narcisista, el presidente del Gobierno necesita el aplauso y la entrega total hacia su persona en toda ocasión y circunstancia y es de entender que tras el 19-J tenga la moral por los suelos. A su alrededor, cuando dicen verdad, se reconoce que «se nos ha puesto el panorama muy difícil…”. ¡Y tanto! Sólo queda el recurso a la escapada y aferrarse al manto europeo y atlántico para intentar transmitir que al timón hay alguien.

Con un Gobierno que es una “constelación de minorías” enfrentadas entre sí, la macroeconomía que no resiste un dígito más de deuda, la microeconomía que echa humo en la cesta de la compra y los depósitos de gasolina sólo aptos para los sueldos de los megarricos, el panorama no puede resultar más desolador. Huir hacia adelante es la única solución personal para un Sánchez que  se ha enfrentado a la suerte y tras cuatro años la baraka dice basta. ¡Hasta tiene que aplicar las recetas de la oposición que hace unos meses despreció!

Por si fueron pocas sus cuitas, el run/run larvado en el PSOE toma cuerpo. Temen que el efecto Sánchez sepulte las posibilidades de sus barones, alcaldes y demás cargos, que tendrían que ahuecar el ala ante una masiva y eventual pérdida de elecciones en comunidades autónomas y municipios. Muchos de ellos sólo tienen eso como primer y único empleo. ¿Que intentará morir matando? A nadie le cabe duda alguna.

PD. El bueno y nervioso Félix Bolaños ha salido para defender a su jefe -¿de quién o quiénes?- subrayando que el liderazgo sanchista no tiene alternativa. Lo describe como líder europeo y mundial, determinado y sabio, repleto de prestigio urbi et orbi. ¿Qué recortes de medios internacionales le hacen leer al ministro de la Presidencia? Definitivamente, los hay pelotas, muy pelotas y luego está Félix Bolaños… ¡Más dura será la caída!