Sánchez sigue expulsando la inversión
El discurso triunfalista del Gobierno en materia económica no se sostiene. Los datos económicos les permiten, en parte, lucir una supuesta bonanza, pero no va más allá del barniz de los mismos, incluso pueden presumir de ella con las revisiones tan extraordinarias que ahora se realizan con la vista en tres años atrás, pero, realmente, dibujan una realidad bien distinta, donde el sistema productivo privado está en retroceso ante el incremento, cada vez más notable, del sector público, que alimenta el gasto para tratar de sostener una economía que por sí misma no puede hacerlo, ya que la política económica aplicada la ha dejado muy maltrecha desde el punto de vista estructural.
Así, la política económica de Sánchez, basada en el gasto público, está incrementando el mismo de manera desorbitada, con una deuda que supera los 1,6 billones de euros, con la conformación de un déficit estructural en el medio y largo plazo cercano al 5%. Cuando los ingresos dejen de contar con la recaudación extraordinaria de la inflación, el gasto permanecerá y el saldo presupuestario se deteriorará más todavía, aparte de que los entre 15.000 y 30.000 millones de euros -según se calcule el cupo-que perderá la Administración General del Estado con el concierto catalán, aumentarán la presión al déficit con entre uno y dos puntos de PIB adicionales.
Ese incremento de gasto ha hecho que sea, realmente, el que sostiene a la economía española, ayudado por el sector exterior, pero que sólo él no puede mantener toda la actividad productiva, que está ahuyentando el gasto público. Si analizamos los datos, podemos ver cómo el gasto público ha aumentado en 12,02 puntos porcentuales en términos constantes desde el IVTR-2019, antes de la pandemia, mientras que la inversión, en el mismo período, sigue 1,3 puntos porcentuales por debajo.
Adicionalmente, la inseguridad jurídica generada, los impuestos creados para determinados sectores y la rigidez laboral también generan rechazo entre los inversores extranjeros, de manera que la inversión extranjera ha caído en 1.686,92 millones de euros respecto al trimestre anterior. Si analizamos el dato en comparación con la llegada de Sánchez al Gobierno -IITR-2018-, entonces la inversión extranjera es 15.410,86 millones de euros menor que entonces.
Por tanto, la política económica del Gobierno nos empobrece, al endeudarnos para sujetar artificialmente la evolución económica, y perjudica a nuestra estructura económica, al expulsar a la inversión y asfixiar el consumo privado. Ésos son los resultados de la equivocada política económica del Gobierno.