Sánchez quiere parecer humano, como Pinocho

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

«Prueba que eres bueno y llegarás a ser un niño de verdad», es la promesa que el hada le hizo a Pinocho, la marioneta que soñaba con convertirse en un ser humano. Y es que, aunque Pinocho había cobrado vida gracias a la magia, su aspecto seguía siendo el de un muñeco de madera, tal y como lo había tallado de un leño el carpintero Geppetto. Pinocho soñaba con parecer humano, igual que Pedro Sánchez, pero este último parece no haberse leído la novela escrita por el autor italiano Carlo Collodi a finales del siglo XIX y quizá ya ni recuerde la película producida por Walt Disney en 1940. El presidente del Gobierno debería saber que lo único que puede humanizarles tanto a Pinocho como a él son las buenas acciones y que, como les advirtió a ambos el hada, «las mentiras se conocen en seguida, porque las hay de dos clases: las mentiras que tienen las piernas cortas, y las que tienen la nariz larga. Las tuyas, por lo visto, son de las que tienen la nariz larga».

El defenestrado asesor áulico Iván Redondo, apenas 15 días después de su investidura en junio de 2018, nos ofreció aquellas inolvidables fotografías del presidente con gafas de sol subido a bordo del Falcon que no le hacían parecer muy cercano a sus votantes. Y desde entonces su alejamiento no ha hecho más que crecer. Por eso, en septiembre del año pasado el PSOE anunció que iniciaba la campaña «El Gobierno de la Gente» por la que Sánchez se comprometía a participar antes de que acabara ese año en más de 30 actos para «estar más cerca aun de la ciudadanía para explicar sus políticas y escuchar sus demandas». El primero de esos actos, un par de días después de este anuncio, fue aquel mitin en un barrio de Sevilla en el que, entre pitos y abucheos vimos la pancarta que decía «Que te vote Txapote», en alusión al acercamiento del sanguinario preso etarra perpetrado por Sánchez unos días antes. Así que los 30 actos anunciados tuvieron que quedarse en apenas 10 encuentros con militantes a puerta cerrada y se acabó el presidente de la gente.

Pero hasta el CIS del socialista Tezanos refleja que para un 67,2% de los encuestados Pedro Sánchez ofrece poca o ninguna confianza, por lo que Moncloa no se rinde y persiste en su intento por demostrar que el presidente no es un leño que habla y se mueve, sino un ser humano sensible y cercano. Así que se han puesto manos a la obra activando un plan para ‘humanizar’ al presidente, haciéndolo recorrer España fotografiándose con niños y mezclándose con los ciudadanos. Pero en vistas de lo que ya les ocurrió a finales de 2018 y para evitar los abucheos y las pancartas que les recuerden los etarras acercados, los golpistas indultados y los violadores excarcelados, han decidido que las apariciones del presidente sean en entornos controlados, a puerta cerrada y con figurantes. Puro teatro y mentira.

La última ha sido grabarse con una pareja de chicos presuntamente anónimos, que celebran la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y a las pocas horas hemos descubierto que en realidad era el hermano de un asesor de Moncloa que es además líder de las Juventudes Socialistas de Parla. Antes habían intentado hacer creer que Pedro Sánchez jugaba a la petanca con unos jubilados en un parque que enseguida nos enteramos eran todos cargos del PSOE y que 25 escoltas armados impedían que se acercara nadie más. «Estos miembros del PSOE nunca están aquí jugando a la petanca. Ha sido un teatrillo», asegura una vecina que lo vio todo desde su ventana. Para darse un paseo en bici eléctrica, en Valladolid tuvieron que cortarle todas las calles. Y cuando el otro día se grabó jugando al baloncesto en silla de ruedas, se observa perfectamente como el pabellón está absolutamente vacío.

Todo en Pedro Sánchez es falso, puro teatro, todo mentira. El efecto que consigue esta campaña de humanización es justo el contrario del deseado, pues, pone de manifiesto que, igual que Pinocho, con cada mentira a Pedro Sánchez le crece más la nariz y parece menos humano. Mientras el presidente del Gobierno no cambie, sus mentiras seguirán creciendo y creciendo hasta verse como la nariz de su cara, y así cada vez demuestra ser más leño y menos humano.

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