Sánchez, nos has vuelto a dejar en evidencia. ¡DIMITE!

Sánchez, nos has vuelto a dejar en evidencia. ¡DIMITE!

Hay un hecho objetivo: 2020 está siendo un año horroroso, horroroso sin paliativos, para todo y para todos. Parte de la culpa, la que afecta a lo más personal, emana de esta maldita pandemia, del virus en sí mismo, que está haciendo que casi todas las personas hayamos perdido a un familiar o amigo y, en muchas ocasiones, sin haberle podido despedir como merecían y como nos hubiera gustado hacerlo.

Está claro que la gestión del Covid-19 por parte del Gobierno socialcomunista es más que cuestionable. Pero no se preocupen que ya tendremos tiempo de analizar cuán culpables han sido de que nos hayamos convertido en el país más golpeado con diferencia del mundo. La justicia dirimirá qué parte de su gestión es punible y a nosotros siempre nos quedará castigarles en las urnas. Y yo al menos no pienso olvidar sus mentiras, su ineficacia y su desprecio general a todos los españoles, a los fallecidos y a los que intentamos sobrevivir.

Pero hoy no voy a hablar del Covid-19 porque como ya vengo denunciando varias semanas, Sánchez e Iglesias y sus socios separatistas siguen con su plan pre-pandemia, el de la investidura, y que no es otro que aniquilar la España que conocíamos hasta ahora. Y sibilinamente, mientras la mayoría de los españoles estamos más preocupados por llegar a final de mes o por conseguir sacar adelante nuestros negocios y a nuestras familias, ellos progresan adecuadamente y a buen ritmo con su misión.

Sánchez, también conocido como Mr. Ego, nos ha vuelto a dejar en evidencia a nivel internacional por tercera vez en este maldito 2020.

La primera vez que nos hizo saltar a la prensa internacional fue por la falta de anticipación ante la pandemia, a pesar de haber tenido un caso tan cercano como el de Italia, su nefasta gestión durante la primera fase lo que nos llevó a ser uno de los países con mayor tasa de mortalidad del mundo y por la falta de previsión de cara a esta segunda fase de rebrotes, lo que nos ha llevado a estar de nuevo en la cresta de la ola de contagios y fallecidos.

La segunda vez que nos ha empujado a copar la portada de toda la prensa internacional, especialmente la financiera, ha sido por la inútil gestión económica que están haciendo de esta crisis. Somos el país con la mayor tasa de destrucción de empleo, de cierre de empresas, con la mayor tasa de endeudamiento y lo que es más grave, con las peores previsiones de caída de PIB, de desempleo y de crecimiento de la economía.

Pero como dicen que no hay dos sin tres, esta semana nos ha vuelto poner en evidencia con su maquiavélica reforma del Poder Judicial. Nos han puesto al nivel de Hungría y Polonia en sus giros regresivos en materia de separación de poderes. La Comisión Europea ha mostrado con claridad sus dudas sobre esta ley, y ha señalado que podría violar las normas comunitarias. ¿Qué significa eso? Que podrían llegarnos sanciones muy duras como ya le ocurrió a Polonia.

La Comisión Europea hace años que reclama a los países miembros reformas en las leyes que regulan el Poder Judicial para que estos evolucionen hacia un modelo más autónomo y libre, es decir, que el poder legislativo deje de participar en esas decisiones, y si lo hace, que sea con un modelo de codecisión en el que jueces y fiscales siempre tenga la última palabra a la hora de decidir quien ha de liderar sus órganos de gobierno.

Todos los partidos prometen cuando están en la oposición reformar esta ley y dotar de más autonomía al Poder Judicial, pero en cuanto llegan al poder es probablemente la primera promesa electoral que meten en un cajón cuya llave tiran al mar.

Esta propuesta de reforma de Sánchez e Iglesias es peligrosísima y dudablemente constitucional, primero por la intromisión que supone en el Poder Judicial y lo que supone una ruptura total con la separación de poderes. Pero segundo y más importante por lo que subyace a ella.

Pedro y Pablo, en este caso más Picapiedra que nunca, quieren controlar el Poder Judicial con su mayoría del Congreso para avanzar en su plan de destrozar España y nuestro Estado de Derecho. ¿Sabían ustedes que 8 de los 13 miembros de la Junta Electoral Central dependen del Consejo General del Poder Judicial?

Pues sí, eso es lo que buscan. Controlar a su vez, y me atrevería a decir que es su mayor prioridad, su objetivo final, la Junta Electoral Central, porque si a esto le sumamos la movilidad de distritos electorales que nos colaron en el mes de mayo, la democracia tiene los días contados.

Cada vez nos parecemos más a mi querida Venezuela. Así que como diría mi gran amigo y valiente líder opositor venezolano, Antonio Ecarri: “Hermanos españoles, vengo del futuro. Paren esto a tiempo, que luego cuesta mucho dar marcha atrás para recuperar la democracia”.

Pues por eso mismo te digo presidente Sánchez: ¡Dimite! Ya nos has puesto gravemente en evidencia en 3 ocasiones, por favor frena ya el deterioro de mi querida España y vete a disfrutar de tus privilegios como ex presidente, que tú no vivirás mal y el resto de españoles dormiremos mucho más tranquilos.

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