Rufián, camino de ‘Mujeres, hombres y viceversa’

Rufián, camino de 'Mujeres, hombres y viceversa'
Rufián, camino de 'Mujeres, hombres y viceversa'

La estrella de Gabriel Rufián ya no brilla tanto como antaño en el panorama de Esquerra Republicana. Sus jefes, supremacistas de manual que consideran chusma a los catalanes hispanohablantes, ya se están cansando de sus numeritos y de su pose de chuleta de discoteca de extrarradio, y poco a poco le van a ir apartando de la primera línea de la política nacional. A fin de cuentas, ERC juega a ser la reedición del pujolismo 2.0, y para convertir sus escaños en una gestoría hace falta un perfil más cercano a Josep Sánchez Llibre o a Duran i Lleida que a Nicolás Cage en Leaving Las Vegas.

De momento, los dirigentes de ERC han mandado a Rufián a estrellarse contra el muro de Santa Coloma de Gramenet, porque presentarle contra el PSC en esta localidad es una especie de suicidio político. Los socialistas han llevado en esta ciudad el clientelismo a extremos casi artísticos, y dominan el tejido cultural, social, vecinal y deportivo. El combate entre la alcaldesa, Núria Parlón, y Rufián va a ser como un combate de boxeo entre Mike Tyson en su mejor momento y Chiquito de la Calzada. Adivinen quién es quién.

El marcador parte con 17 regidores socialistas (sobre 27) y tres de ERC. Los primeros sondeos mantienen la mayoría absoluta socialista, y no precisamente por los pelos, y Rufián sube uno o dos escaños en una ciudad que, de manera abrumadora, rechaza el separatismo. Uno, que ya tiene una edad, vio en una campaña electoral como Jordi Pujol se subió al escenario en el que tocaban Los Chunguitos para decir que «les escucho en la radio del coche» y para pedirles que cantara «Mama, mama, mama». Tiemblo de pensar lo que se le puede ocurrir a Oriol Junqueras, el que cree que hay diferencias genéticas entre franceses y españoles, para que Rufián consiga morder entre el electorado socialista. Lo de pedir a Camela una versión tecno-rumba de L’estaca de Lluís Llach va a ser poco.

La dirección de ERC tiene un doble objetivo con la operación Rufián, intentar avanzar, aunque sea modestamente, en el área metropolitana de Barcelona para seguir la senda de convertirse en el futuro en una alternativa a los gobiernos municipales en manos de los socialistas; y comenzar la operación de recambio de Rufián una vez se la pegue en Santa Coloma. Todo lo que no sea ganar, dado que es una figura política a nivel nacional, con una notable cuota semanal de telediario, sonará a fracaso. Y, créanme, ni aunque se ponga vestido de faralaes a la puerta de los colegios electorales repartiendo billetes de quinientos euros Rufián va a conseguir vencer a los socialistas en esta ciudad.

Una vez se la pegue, y su estrella política vaya declinando, se le abrirá a Rufián un futuro esplendoroso en la telerrealidad. En un momento que las estrellas de Mediaset declinan, su futuro como rey de los tronistas en el retorno a la parrilla televisiva de Hombres, mujeres y viceversa, estaría garantizado. De ahí a Supervivientes, luchando en taparrabos con cualquier ex concursante de Gran Hermano por unos pepinillos en vinagre, o a La Isla de las Tentaciones, como pareja de alguna ex diputada de Podemos que busque un sobresueldo tras ser purgada por Irene Montero.

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