Quien ha destrozado a la ‘clase media’ ahora dice defenderla

Quien ha destrozado a la 'clase media' ahora dice defenderla
Quien ha destrozado a la 'clase media' ahora dice defenderla

Lo del PSOE es la hipocresía elevada a la enésima potencia. Ha masacrado a la clase media, dejándola indefensa ante la crisis, y ahora pretenden erigirse en defensores de la clase media. Ya no hablan de la «clase media trabajadora», todo un giro conceptual que revela un cambio evidente. El Ministerio de Economía pretende llevar hoy martes al Consejo de Ministros un acuerdo con la banca destinado a aprobar medidas de apoyo a hipotecados con problemas para asumir el incremento de los tipos de interés. Se va a adoptar «un nuevo código de buenas prácticas para deudores de clase media en riesgo de vulnerabilidad por el súbito incremento del Euríbor». El cambio de denominación es obvio: Pedro Sánchez ha evitado en sus intervenciones públicas referirse hasta ahora a la clase media española, empleando siempre el término «clase media trabajadora». Algo está cambiando. Ahora bien, va a ser muy difícil congraciarse con millones de españoles a los que el Ejecutivo socialcomunista ha tenido olvidados y dejado en la cuneta, sin escudo social alguno. Será que Pedro Sánchez es consciente de que sin el apoyo de la clase media es imposible ganar las próximas elecciones generales.

En el fondo, el cambio de denominación es un absurdo, porque la inmensa mayoría de la fuerza laboral española obtiene sus ingresos por rendimientos del trabajo, es decir, técnicamente, la mayoría serían trabajadores de clase media. Y, sin embargo, el Gobierno ya no habla de «clase media trabajadora». ¿Por qué? La respuesta es sencilla: porque son conscientes de que necesitan atraerse a un sector amplísimo de la sociedad española que les ha vuelto la espalda. Millones de españoles hartos de que el Ejecutivo socialista les haya tratado como convidados de piedra y condenado a ganarse la vida sin apoyo alguno. Si Pedro Sánchez pretende congraciarse con todos esos españoles a los que ha tenido ignorados, sólo cabe decir aquello de ‘a buenas horas, mangas verdes’

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