¿Por qué estamos tan cansados?

¿Por qué estamos tan cansados?

En su libro La sociedad del cansancio, el filósofo Byung-Chul Han relata cómo, en cada época de la historia, las sociedades padecieron sus propias enfermedades, y la nuestra es la del cansancio. Su tesis es que muchas de las cosas que «supuestamente» hemos creado para tener más libertad, son las mismas que nos han condicionado, y lo que es más grave, sin que ni siquiera nos diéramos cuenta.

Pero esta idea no tiene nada de nuevo. Marx llamó «enajenación» al resultado de productos que hemos creado los humanos, y que terminan por dominarnos como el dinero, el trabajo, las relaciones sociales, las propiedades, etc. Hoy, a esta lista tendríamos que sumarle las pantallas, el internet, la inteligencia artificial, las redes sociales, el reconocimiento social, la sobreoferta de contendidos multimedia, etc.

Sin embargo, quedarnos con estos últimos ítems sería tener una visión demasiado lineal y simplista. Y es que desafortunadamente en el mundo actúan poderes fácticos invisibles a nuestra conciencia. Justamente en ello radica su verdadero poder.

Por ello, me he propuesto desentrañar algunos de estos hilos invisibles que nos están encadenando cada día más,  actuando sobre nuestra forma de entender el mundo, y tristemente nos están afectando tanto moral como psicológicamente, que incluso nos están abocando a un cansancio existencial. Veamos dos de ellos.

Descanso sin reposo. La hormona del estrés -la cortisona- baja de manera natural durante la noche para que podamos dormir, pero tú, antes de irte a la cama, te conectas a las redes sociales. Todos hemos oído sobre cómo afecta la luz azul a nuestro cerebro, pero ¿no te das cuenta de que cada vez pasas más tiempo haciendo scroll?

O lo que es peor, ¿no te resulta difícil conciliar el sueño? Las redes sociales constantemente te están bombardeando con contenido para que permanezcas conectado, ya que mientras te enganchas, ellos extraen datos tuyos y ganan mucho dinero con ello. El caso es que duermes, pero amaneces cansado.

La desinformación. Por si no fuera suficiente con esta infoxicación mental, basta con ver el telediario, escuchar la radio, o asomarse a Twitter, para descubrir la mayor intención del mundo moderno: el circo romano audiovisual, en el que leones y gladiadores cambian su posición, de acuerdo con el escándalo de turno, y el pan se reemplaza por discursos de odio, de indignación, y manipulación. Lo peor de todo es que son los partidos políticos -y todo lo que los rodea- los primeros en generar esta clase de contenidos. Los medios de comunicación necesitan de tu contenido (posts), tu atención, tus likes, e incluso tu odio para vivir. Tú les generas contenido de manera gratuita, que ellos utilizan para enganchar a otros usuarios.

Según el libro, toda esta sobrecarga mental nos esta conduciendo a tres consecuencias:

  1. El déficit de atención con hiperactividad.
  2. El trastorno límite de la personalidad.
  3. El síndrome de desgaste laboral.

¿Te suena alguna de ellas?

Una sociedad cansada es una sociedad que no piensa y que se deja llevar por la corriente o el charlatán de moda;  y esto es sumamente peligroso. Para generar un pensamiento crítico se requiere un esfuerzo intelectual muy grande, esfuerzo que no muchos están dispuestos a realizar.

No soy nadie para decirte qué tienes que hacer para alejarte de todo aquello que nos provoca este cansancio al que estamos expuestos cada día, pero si te invito a que lo hagas, porque de lo contrario, estaremos tan exhaustos que no seremos capaces pelear por nuestros derechos como personas y como sociedad cuando ello se requiera. Y el resultado de esta sociedad del cansancio lo veremos en unos días en las urnas.

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