El «pim, pam, pum» y la libertad de prensa

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Tiene narices que los del “pim, pam, pum, que no quedi ni un” se dediquen a dar lecciones a la prensa. La diputada ‘cupera’ Mireia Vehí se permitió el lujo de cuestionar la presencia de Javier Negre (EDATV) como periodista acreditado en el Congreso. Otros comunicadores de esta televisión por streaming han recibido desprecios de Gabriel Rufián y Pablo Echenique en la sala de prensa de la Cámara Baja. No es nada nuevo, en Cataluña sabemos muy bien cómo las gastan los enemigos de la democracia.

Y es que los de la CUP y los de ERC son los del “pim, pam, pum, que no quedi ni un” que cantaron hace unos días a los jóvenes de S’ha Acabat! en la Universidad Autónoma de Barcelona. No lo digo yo, lo gritó a los cuatro vientos la portavoz de la formación antisistema, Eulàlia Reguant, en la tribuna del Parlament, elogiando a los, según ella, “antifascistas” que agredieron a unos cuantos estudiantes constitucionalistas, y al catedrático de Derecho Rafael Arenas, en dicho campus. ¿Su delito? Querer montar una carpa para repartir folletos informativos. Y que había gente de ERC entre los agresores es un hecho que la presidenta de S’ha Acabat!, Júlia Calvet, ha denunciado públicamente.

Igual los que no deberían estar en la sala de prensa del Congreso no son los periodistas que no son del gusto de los separatistas. Los que no deberían comparecer son los diputados de ERC o la CUP, porque sus formaciones deberían ser ilegalizadas. Son partidos que tienen vínculos con actos coactivos y violentos hacia el constitucionalismo catalán, y algunos de sus miembros hacen una apología constante de la vía unilateral, que no es más que un golpe de Estado permanente a nuestro sistema democrático. Mientras tengamos la desgracia de tener que pagar el sueldo a personajes como Rufián o Vehí, al menos podrían tener la decencia de no insultar a la prensa y contestar a sus preguntas.

En OKDIARIO se sabe mucho de los embates del populismo y el separatismo contra la libertad de prensa. Recordemos como el principal colectivo de periodistas secesionistas, el Ramon Barnils, elaboró en 2017 un estudio subvencionado por Ada Colau para acusar de “promover el discurso del odio” a este medio y a otros digitales de ámbito nacional. De hecho, hasta crearon el “Observatorio del discurso del odio en los medios” para este fin. Uno de los presidentes de este colectivo de periodistas fue David Bassa, actual jefe de informativos de TV3 y uno de los principales blanqueadores de la banda terrorista Terra Lliure. Es solo un dato para que conozcan el talante de los que se dedican a acusar a los demás de “discurso de odio”.

Que los que escribimos en Okdiario somos todos unos “fachas” para el separatismo y el populismo es un hecho. De hecho, basta con buscar en Google “Podemos” y “Eduardo Inda” y descubrirán todo el rencor que los dirigentes de un partido que gobierna España tiene hacia un medio de comunicación que solo hace su trabajo: controlar a los políticos. Sobre todo, a los que intentan acabar con la Constitución que ampara nuestras libertades. La labor que hacen Eduardo Inda y Carlos Cuesta en este medio, denunciando las mentiras e ilegalidades diversas de los partidos que quieren acabar con la unidad de nuestro país, merece ser reconocida.

Por eso, cada desplante, cada insulto, cada falta de respeto de los “rufianes”, los podemitas o los cuperos, son como una medalla al valor. Porque los ataques de los enemigos de la libertad de expresión y la libertad de prensa son el mayor galardón que puede recibir un periodista que se precie de serlo.

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