Pedro Sánchez y los fondos europeos: yo me los guiso, yo me los como
No sólo es el informe del Consejo de Estado -que oculta Pedro Sánchez- el que contiene varias «observaciones sobre la necesidad de controles» en la gestión y adjudicación de los 70.000 millones del rescate procedente de Europa, sino que hasta los mismísimos equipos jurídicos del Gobierno advirtieron al Ejecutivo socialcomunista de la carencia de garantías en la gestión de los fondos anticovid pagados por Europa. Cómo sería que sus advertencias llegaron a tal punto que el propio borrador fue modificado para introducir algunos mecanismos de control superiores, aunque por supuesto dejando manos libres al Gobierno para hacer de su capa un sayo.
La estrategia de ocultación de Pedro Sánchez no conoce límites: escondió el informe del Consejo de Estado sobre el Real Decreto de reparto de los fondos de la UE porque ratificó las sospechas de que el Gobierno socialcomunista ha diseñado un esquema ausente de controles nacionales que permite un uso casi discrecional del rescate multimillonario procedente de fondos comunitarios. Pero es que la falta de controles denunciada por el Consejo de Estado fue ya una de las advertencias que los propios equipos jurídicos del Gobierno subrayaron desde el primer momento. Sánchez se limitó a hacer meros retoques, pero, salvo eso, hizo caso omiso porque quería un reparto de los fondos controlado únicamente por los miembros del Gobierno. Así que el plan de recuperación deja manos libres al Gobierno para adjudicar los fondos comunitarios del rescate sin más control que el puramente económico que lleve a cabo en última instancia la Comisión Europea y los propios del Ejecutivo nacional.
En suma: Sánchez se ha asegurado el multimillonario reparto de fondos siguiendo el viejo esquema del «yo me los guiso, yo me los como», aunque para ello haya tenido que esconder en un cajón el informe crítico del Consejo de Estado y se haya pasado por el forro de sus caprichos las recomendaciones de los mismísimos equipos jurídicos de La Moncloa. Una cacicada en toda regla tan propia del personaje.