Iglesias, mamporrero de golpistas: cree el ladrón que todos son de su condición
El sectarismo que atesora el personaje es tanto que para dar salida a la bilis tiene que escupir para no ahogarse. Pablo Iglesias ha acusado a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de urdir un golpe de Estado contra el Gobierno de Pedro Sánchez con el apoyo de los medios de comunicación «fachas». El argumento es delirante: «Cuando la derecha prepara un golpe de estado acusa al Gobierno de estar preparando un golpe de Estado, esto es un modus operandi que hemos visto en Estados Unidos con Trump y vemos prácticamente cada mes en América Latina». De golpes de Estado, Iglesias sabe un rato, pues, no en vano, asesoró a las dictaduras populistas de Iberoamérica, empezando por Venezuela, en cómo afianzar la dictadura y borrar cualquier atisbo de democracia cercenando los más elementales derechos humanos. Iglesias, claro está, no lo hizo gratis, porque una cosa son las convicciones y otra el negocio.
Dice Pablo Iglesias «que tenemos que dejar de escandalizarnos y entender la lógica política de todo esto (…) Los brazos de poder de la derecha en España los conocemos ya. Por una parte, un Poder judicial en rebeldía, en el que los magistrados conservadores que conservan la mayoría que les dio la fuerza parlamentaria de Mariano Rajoy en un tiempo en el que yo ni siquiera estaba en política es el brazo de poder de la derecha en el Poder Judicial. Por otra parte, está la derecha mediática en Madrid donde hoy va la señora Ayuso a contar sus cosas. Si a eso le añadimos que esta gente llega al Consejo de Ministros, no es difícil prever que van a dar un golpe de Estado».
El desvarío mental de este mamporrero de dictadores es de auroral boreal: hizo negocio asesorando a los regímenes bolivarianos que trituraron el Estado de Derecho en Venezuela, Bolivia o Ecuador, entre otros, y ahora acusa a Ayuso de urdir un golpe de Estado con los medios «fachas». Cree el ladrón que todos son de su condición