El organigrama del Ministerio de Presidencia, el árbol de las mil ramas sanchistas

El frenesí de nombramientos a dedo de este Gobierno es tal que ni en vísperas de unas elecciones generales es capaz de contenerse. El último, el de la «Directora del Gabinete de secretario de Estado del Gabinete de la Presidencia del Gobierno», de nombre tan largo como la lista de adjuntos, secretarios generales, secretarios de Estado, directores, adjuntos a directores que dependen de secretarios generales, asesores adscritos a adjuntos de directores de un Ejecutivo que ha colocado en la Administración del Estado a una legión de fieles. Nunca en la historia, la nómina de enchufados fue tan extensa, tanto que sólo en el Ministerio de Presidencia alcanza ya los 30 millones de euros cada año. En su inmensa mayoría no son funcionarios, sino personal fichado para engordar el pesebre socialcomunista, la particular corte de Pedro Sánchez en La Moncloa. De los cargos a dedo de Sánchez, el de «directora del Gabinete del secretario de Estado del Gabinete de la Presidencia del Gobierno», que ha recaído en la periodista Beatriz Fernández Sanz, es el último de una lista interminable.

La mamandurria en su máxima expresión. Y es que asomarse al organigrama de la Presidencia del Gobierno es perderse entre las ramas de una superestructura en la que recolocados del partido, militantes próximos al círculo de mando de Pedro Sánchez, asesores y demás familia socialista se agolpan por cientos al calor del poder. El extenso organigrama de asistentes de Moncloa, ya sean altos cargos políticos o asesores, suma anualmente un coste de 23,83 millones de euros en salarios brutos. A eso hay que sumar las cotizaciones a la Seguridad Social, lo que eleva la factura global a alrededor de los 30 millones de euros citados, de los que 21,42 millones corresponden a las retribuciones de los asesores –entre ellos el equipo de la Secretaría de Estado de Comunicación–. Los otros 2,41 millones de euros son los sueldos brutos anuales de los altos cargos políticos, el núcleo duro del entramado del Ministerio de la Presidencia. Sin duda, estamos ante el árbol del sanchismo, el que más ramas tiene del planeta.