Navas de Tolosa, siglo XXI
Estando la dictadura en sus estertores, cercana la muerte de Franco, EEUU y Europa quisieron saber qué dirección tomaría el régimen. O cambiaba al libre mercado (neoliberalismo), o no sería aceptada como una democracia. Ahí comenzó el camino hasta esta partidocracia de baja calidad, manejada por unos pocos caciques políticos en partidos de lacayos.
Me contó un escolta de Carrero Blanco que sobrevivió al atentado, después alto cargo policial, que el entonces presidente del Gobierno se oponía a esos cambios. ETA lo asesinó en 1973 (¿con participación de la CIA y el Estado profundo español?). En la década de los 70 éramos la décima potencia económica mundial y pagábamos pocos impuestos. La autarquía económica no fue mal para los españoles, nació la clase media. Una pareja con un miembro trabajando y dos hijos, podía adquirir vivienda en propiedad en diez años. Hoy, trabajando los dos es casi imposible hacerlo antes de 30. No pagamos IRPF hasta 1978, IVA hasta 1986 y el IBI hasta 1990. En un proceso paralelo, en 1982 ingresamos en la OTAN y en 1986 en la Unión Europea. En la década de los 80 y posteriores se cerraron y privatizaron numerosas empresas, unas con pérdidas y muchas con cuantiosas ganancias, que pasaron de servir para pagar gastos del Estado (pantanos, carreteras, colegios, hospitales…) a llenar las faltriqueras de amigos de los que mandaban. Por el libre mercado llegó el euro en 2002; lo que costaba 100 pesetas pasó a costar un euro, 66% más.
Ahora tenemos la agenda 2030. ¿Es la continuidad de políticas que transfieren riqueza de la ciudadanía a los multimillonarios y sus fondos de inversión? ¿Pretende el Nuevo Orden Mundial empobrecer la sociedad occidental? Parece que sí. Para diluir los valores occidentales cuentan con la inmigración irregular, que ha crecido en Europa un 86% respecto a 2021. Usan falsamente el feminismo, no buscando la igualdad sino para dividir a la sociedad; usan el cambio climático (antes calentamiento global) cuando, siendo verdad que el clima cambia, es así desde el origen de los tiempos (hay episodios de calentamiento y otros de enfriamiento desde hace miles de años). Los bosques arden porque prohibieron limpiarlos de maleza. España contamina el 0,35% de la humanidad; China contamina el 30%, sigue haciendo pantanos y nosotros, sin agua suficiente, demoliéndolos.
Tenemos un grave problema de energía, los pantanos sirven para obtenerla y se derriban; somos el país europeo que más presas y represas destruye (108 en 2021). El Ebro vierte millones de litros de agua al mar. Extensas zonas de agricultura mueren por falta de riego. Tenemos gas y prohibimos extraerlo; cerramos centrales nucleares cuando otros países amplían su vida y hacen nuevas, cerramos minas de carbón. ¿Dónde vamos? Macron, presidente de Francia: “Se ha acabado la era de la abundancia”. Meloni, tildada de ultraderechista, encabeza las encuestas en Italia. ¿Qué no entienden los políticos?
En 1212, tres reyes españoles detuvieron en las Navas de Tolosa al ejército moro que quería, partiendo de Andalucía tras siglos asentados aquí, conquistar Europa y Jerusalén. Reyes enfrentados entre sí se unieron contra los musulmanes y vencieron; hoy las mujeres son libres, iguales a los hombres en derechos, pueden vestir y hacer lo que quieran sin temor a que las lapiden en la plaza pública. La invasión actual es de fondos de inversión y sus armas, la agenda 2030 muy bien financiada. ¿Cuánto van a invertir?; ¿cómo conseguirán ganancias millonarias? Vendiendo energía, agua y alimentos porque lo escaso es caro. Los tres reyes fueron sustituidos por élites políticas obedientes al Dios dinero. Comeremos hamburguesas de gusanos.