En Moncloa no les llega la camisa al cuello
Parece evidente, a tenor del auto del magistrado del Tribunal Supremo Ángel Hurtado en el que cita a declarar como imputado por un delito de revelación de secretos al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y amplía las imputaciones al círculo de confianza de éste, que Moncloa fue uno de los destinos del correo confidencial cuya filtración está siendo investigada. Y este hecho abre las puertas a un nuevo escenario en el que altos cargos de Presidencia del Gobierno puedan seguir los pasos del máximo responsable del Ministerio Público.
En el auto se señala textualmente que «llegado el correo a Presidencia del Gobierno se puso a disposición del testigo Juan Lobato, portavoz del Grupo Socialista de la Asamblea de Madrid, al objeto de que hiciera uso de él, con una clara finalidad política». Y añade: «Desde Presidencia del Gobierno se hacen gestiones para su publicación» (y cita varios medios que publicaron el email filtrado), lo que viene a apuntar que personas adscritas a Moncloa pudieron incurrir en el mismo delito de revelación de secretos por el que están imputados el fiscal general, la fiscal jefe de Madrid y el jefe de la Secretaría Técnica y número 2 de la Fiscalía General.
El relato que hace el magistrado de los hechos otorga a Presidencia del Gobierno un papel activo en la filtración del correo con datos confidenciales que afectaban al novio de Isabel Díaz Ayuso, por lo que en Moncloa no les llega la camisa al cuello. Y es que el delito de revelación de secretos, artículo 413 del Código Penal, afecta directamente a la autoridad o funcionario público que revelare secretos o informaciones de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o cargo y que no deban -como es el caso- ser divulgados. Y parece obvio que más allá de la Fiscalía General del Estado, desde Moncloa también hubo cargos públicos que incurrieron presuntamente en idéntico delito que el fiscal general, la fiscal jefe de Madrid y el jefe de la Secretaría Técnica del Ministerio Público, porque también filtraron un documento secreto. Más claro, agua.