Moncloa es un nido de espías

En su incontenible afán por demoler la democracia, la última barbaridad que ha perpetrado el déspota ha sido transformar La Moncloa en un nido de espías. El delirio más peligroso del tal Sánchez, es creerse un dios, siendo corto de luces. Einstein decía que hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y concluía, «aunque del universo no estoy tan seguro». De lo que estaba completamente seguro es de que los estúpidos nacen mintiendo y mueren mintiendo. Los mejores analistas confirman los peores pronósticos. Con Sánchez todo lo que puede empeorar, empeora. Llegó la hora en la que dimita y permita a España prosperar.

Tras haber convertido el histórico PSOE en un desecho de tienta, buscó una soez manera de atacar a la Constitución, sin mencionarla, como es su intento de derribar a la Monarquía, hablando contra la unidad de la nación, fichando a traidores como socios de la legislatura Frankestein – repugnantes hijos de ETA, golpistas catalufos y esos descerebrados comunistas de Podemos – para sostenerse en el poder, con el muy infame y único propósito de desestabilizar el orden constitucional. Todos estos disparates que están sucediendo y los que aún están por producirse, los predijo Alfonso Guerra en su lúcido libro La democracia herida, (1996).

El enfermizo sueño del psicópata Sánchez, no es otro que el de convertir  nuestra gran nación en un país bananero, como el que Maduro oprime sin pestañear, porque en las dictaduras los presidentes, jamás de los jamases dimiten. Sin embargo, el desprestigio que Sánchez acaba de cosechar en el orden internacional, tras haberse arrodillado ante el rey marroquí y regalarle el Sáhara a cambio de nada, a lo que hay que sumar el escándalo del nido de espías que ha montado en Moncloa, ya sólo cabe esperar el nuevo ridículo que hará en la Cumbre de la OTAN, que se celebra en Madrid a finales de junio y estamos en mayo. Poco le falta para que vuelva a hacer el imbécil, su papel preferido.

Mientras el muy inepto maniquí y su tropa de incompetentes sigan quebrantando leyes y haciendo de las suyas, no habrá recuperación económica, ni España tendrá la buena fama que tuvo en el mundo. Estos estúpidos sólo saben despilfarrar lo que nos sacan con impuestos. Y ahora se dedican a espiarse entre sí y a negar que lo hacen… Juegan a que son espías: Alfa Tigre (007 Sánchez), llamando a Papagayo (Yolanda Díaz). ¿Cómo nos cargamos a las compis de Podemos? ¿Hoy, a quién de los dos, le toca ir a mentir al hemiciclo? ¿Nos largamos a Tudela en el Falcon a la feria del espárrago? Sólo ellos son importantes. España les importa un bledo.