La nueva número 3 de Sánchez puso en marcha los trenes de Valencia que pesaban más que los puentes
El desaguisado con los trenes que puso en marcha Rebeca Torró convirtió un viaje de 60 minutos en un trayecto con transbordos de tres horas y un minuto
El PP exigió la destitución de Rebeca Torró pero Ximo Puig la encumbró en la lista de las Autonómicas y Sánchez la reclamó en Madrid
La chapuza la ha tenido que resolver Mazón esta legislatura: "Vivíamos una situación que era surrealista"


Rebeca Torró, la nueva número 3 de Pedro Sánchez como responsable de la Organización del PSOE, fue quien, como consellera de Política Territorial y Movilidad del Ejecutivo de Ximo Puig, puso en marcha los trenes de Valencia que pesaban más que los puentes que debían atravesar. Una chapuza de tremendas dimensiones de la que todavía se habla en la Comunidad Valenciana, y que ha obligado al Gobierno de Carlos Mazón a poner en marcha una inversión de 40 millones de euros para solucionar un desaguisado con repercusión mediática en toda España.
Rebeca Torró fue nombrada consellera de Política Territorial y Movilidad el 14 de mayo de 2022 y tomó posesión 48 horas después, dentro de la remodelación que realizó Ximo Puig de un Ejecutivo conformado por los socialistas, Compromís y Podemos asolado por los escándalos en Sanidad y el caso Oltra.
Sólo 10 meses después, en febrero de 2023, y con España entera perpleja por el caso de los trenes entre Cantabria y Asturias que no cabían por los túneles, el entonces diputado del PP y hoy conseller, Miguel Barrachina, denunció en las Cortes Valencianas que los que en esos momentos eran nuevos tranvías en el trayecto entre Denia y Alicante pesaban más que los puentes que deben atravesar y los que iban de Alicante a Denia eran más anchos que los túneles, como adelantó esa misma mañana OKDIARIO.
La consecuencia de aquel despropósito fue que, en pleno Siglo XXI, los usuarios debían soportar con paciencia infinita un viaje de tres horas y un minuto para cubrir un trayecto completo de sólo 100 kilómetros. Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana puso en marcha el lunes 16 de enero de aquel 2023, ya con Rebeca Torró asentada como consellera, el tramo de la línea 9 del tranvía entre las localidades de Gata de Gorgos y Denia, en Alicante, lo que a priori completaba el recorrido entre Alicante y la localidad de Denia, ubicada al norte de esa provincia. Lo hizo después de seis años de obras. Pero con la particularidad de que los viajeros, según se dijo entonces, debían llevar a cabo dos transbordos.
Los tranvías habían costado 43 millones de euros y pesaban 63 toneladas. Los puentes que debían atravesar, sencillamente, no soportaban su peso. Algo más cerca de la ciudad de Alicante, en la turística Benidorm, la situación era aún peor: los trenes electrificados de Alicante no cabían por los túneles, que eran más estrechos.
Pocos días después, el 7 de marzo de aquel mismo 2023, el PP exigió a Ximo Puig la destitución de Rebeca Torró y la de toda la cúpula de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana (FGV) por el «derroche de recursos y la estafa» de la Línea 9 del tranvía Alicante-Denia.
Pero Ximo Puig no sólo no destituyó a Rebeca Torró. Al contrario: la encumbró como número 2 de la lista del PSPV-PSOE que el propio Ximo Puig encabezaba para las elecciones autonómicas por la provincia de Valencia. Y, tras la derrota electoral, también Ximo Puig la situó como portavoz socialista en las Cortes Valencianas hasta que fue reclamada por Sánchez desde Madrid para convertirla en Secretaria de Estado.
El desaguisado con los trenes y los puentes lo ha tenido que solucionar Carlos Mazón, ya en la actual legislatura. Así, a partir del martes, 28 de enero de este 2025, un total estimado de millón de pasajeros cada año utilizan el servicio sin interrupciones ni transbordos. Con esas actuaciones, se abrió la circulación en el tramo entre Altea y Calpe, que estuvo cortada desde abril de 2024 para poner remedio a la chapuza.
También, se renovó y modernizó la citada Línea 9, de modo que las nuevas unidades duales ya pueden circular entre Benidorm y Denia sin que sea necesario que los viajeros hagan transbordos.
La síntesis de lo vivido hasta ese momento la definió muy gráficamente Carlos Mazón: «Hasta ahora, vivíamos una situación surrealista. Estas unidades no podían circular por los puentes, ya que el anterior Consell obvió que los nuevos trenes tenían un peso superior a los viejos».
El proyecto para solucionar el desaguisado de Rebeca Torró como consellera incluyó la ejecución de un viaducto con losa de hormigón de 226 metros y un ancho total de seis metros. Ahora, el nuevo viaducto del Mascarat es una estructura metálica de eje recto, con un peso de 114.000 kilos y una longitud de 43,20 metros.
Pero, además, la actuación en el El Mascarat incluye, a su vez, la reposición en todo el trazado, unos 1,5 kilómetros, de la actual superestructura de la plataforma ferroviaria en balasto por vía en placa, protección y la ejecución de 12.475 kilómetros de superficie de talud mediante mallas de triple tensión reforzadas, a lo largo de los tres túneles que atraviesa el Tram en esa zona, según informó entonces la propia Generalitat Valenciana.