Madrid-México-Ecuador: todos los caminos de Neurona pasan por Monedero

Madrid-México-Ecuador: todos los caminos de Neurona pasan por Monedero

El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero tiene por delante un complicado horizonte penal: en España tendrá que comparecer ante el juez el próximo miércoles como imputado en el caso Neurona (por cierto, le ha sido denegada su petición de no entrar por la puerta principal) y en Ecuador ha sido denunciado ante la Fiscalía General del Estado por delincuencia organizada, enriquecimiento privado no justificado y asociación ilícita. Carlos Andrés Aguilar, que ejerce de representante de la plataforma político-ciudadana Patria sin Corrupción, ha instado al Ministerio Público de Ecuador a que abra una investigación por los contratos de la campaña del candidato a presidente apoyado por el correísmo, Andrés Arauz, con la consultora mexicana Neurona, su filial en Ecuador Consultoría Neurona S. A. y con Juan Carlos Monedero. La consultora chavista, perejil de todas las salsas populistas, ha sido contratada por una suma millonaria para impulsar al candidato Arauz, que es, obviamente, a quien apoya Podemos.

Monedero fue invitado como observador a la jornada electoral celebrada el pasado 7 de febrero de forma presuntamente irregular, pues no estaba en un principio en la lista oficial. Iba como observador, pero rompió la necesaria neutralidad para hacer campaña a favor del candidato Arauz. La denuncia de Patria sin Corrupción señala que deberían investigarse delitos como enriquecimiento privado no justificado, delincuencia organizada y asociación ilícita y subraya que la consultora Neurona está siendo investigada en España por sus servicios a Podemos durante la campaña electoral del año 2019. La empresa habría recibido en contratos en Ecuador más de 16 millones de euros, de los cuales ha sido receptora de al menos 8 millones de dólares por parte del equipo de campaña del candidato presidencial apoyado por el correísmo.

Todos los caminos de Neurona pasan por Monedero, que de un tiempo a esta parte no gana para disgustos. Es lo que tiene ser embajador, presuntamente en nómina, del populismo bolivariano.

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