Lo que no dice Sánchez es que las compensaciones al tope del gas las pagan los españoles

Lo que no ha dicho Pedro Sánchez en el pleno del Senado donde anunció su intención de incluir a las empresas de cogeneración en el mecanismo del tope al gas -que, por cierto, también la propuso el PP- es que el cambio en el decreto ley lo pagarán los consumidores, ya que al incluir a más empresas en la compensación a las gasistas esta será más cara y provocará un encarecimiento del precio de la luz en el mercado mayorista. Esto es así porque son los consumidores quienes pagan la compensación a las empresas que producen electricidad a través de los ciclos combinados. Este número de empresas, al incluir al sector de la cogeneración, crecerá y, en consecuencia, los españoles tendrán que rascarse el bolsillo.

En su intervención en la Cámara Alta para dar cuenta de las medidas para afrontar la crisis energética y de precios, así como de las medidas de ahorro y eficiencia, Sánchez avanzó que el Gobierno aprobará «una excepción para las instalaciones de cogeneración de las industrias con gran consumo de gas, permitiendo que de manera temporal queden cubiertas por el «mecanismo ibérico». Es una medida sensata, pero que tendrá consecuencias. La medida beneficiará a sectores como la cerámica, el ladrillo, la química, la papelera, el textil o los fertilizantes, abarcando todas ellas hasta un 20% del PIB industrial nacional. Lo irritante es que Pedro Sánchez se arrogue la condición de salvador de este tipo de industrias, cuando aquí los únicos salvadores serán los consumidores a través del recibo de la luz. Que nadie se engañe: la «excepción ibérica»-el tope al precio del gas- tiene letra pequeña (la que Pedro Sánchez esconde de forma sistemática), pero esa letra pequeña deja claro que cuantas más empresas entren en la lista de las compensaciones, más tocará pagar en el recibo de la luz a los consumidores. Así que menos sacar pecho, presidente. Para pecho, el de los sufridos españoles.