Leonor fascina

Leonor

Y siembra una atracción irresistible por sus cualidades extraordinarias. La Reina Letizia ha sabido educar a sus hijas de manera impecable para blindar la Monarquía; a la primogénita, con la vista puesta en que alcance el trono y a la infanta Sofía convirtiéndola en la escudera perfecta de su hermana.

Felipe VI y la Familia Real son una piña con lazos firmes. Pasan del dictador Sánchez cuando jura lealtad a la Corona, sentimiento de respeto que jamás albergó, pues anda planeando, junto a otro vil traidor, Conde-Pumpido, cómo anular al Rey para así erigir una república comunista que hunda España.

Mientras tales golpistas y sus socios separatistas echan las campanas al vuelo, dando por hecho que la ilegal amnistía va a colar, el docto magistrado Ignacio Ulloa, que fue juez del Tribunal General de la UE (TGUE) y letrado del TC, les baja los humos: «Hay quien piensa que la Constitución Española y el Derecho europeo, siguen líneas paralelas y nada más equivocado, porque las cuestiones del Estado de Derecho están por encima de las legislaciones de los Estados miembros. Y en el caso de que se valore que la Ley de Amnistía vulnera el Derecho comunitario, sería rechazada».

El fugado Carles Puigdemont y el paria Pere Aragonés no podrán repetir «volveremos a hacerlo», pues la rata Sánchez volverá a estafarlos tras obtener sus votos que al final, no habrán servido para nada. Los mercaderes son fáciles de engañar por un experto en chanchullos. Así que todavía están a tiempo de no votarle y exigirle indemnizaciones por el ridículo que les obliga a hacer, sobre todo al de Waterloo. Eso merece una reparación, que no se puede humillar a un migrante de esa manera, como tampoco se puede abusar del paria, con quien el servil Bolaños negocia mil pufos en lugar de mandarle polvorones para hartarlo. Lo llaman alta política en los sótanos de la Moncloa y es sanchismo puro y duro, un zoco abierto día y noche y que apesta, como esas concesiones multimillonarias con las que compran los nauseabundos votos independentistas.

Cambiemos la mala onda. Cuatro versos sublimes de Pablo Neruda reflejan la luz que irradia Leonor de Borbón: «Suave otoño va amaneciendo, trémulo aflora en la ciudad, brisa fresca para la sangre, entumecida de soñar». Frente a los repetidos desprecios que dedicó el macarra Sánchez a la familia real, me quedo con la brisa fresca de Leonor. Ojalá desaparezca pronto de nuestras vidas este narciso inútil y miserable déspota que odia todo lo bueno que tiene España.

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