Feijóo cierra la puerta a Sánchez de su propia ratonera

Sánchez Feijóo
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Si hay algo descriptible, más allá de la votación anunciada, en las recientes sesiones de investidura llevadas a cabo en el Congreso de los Diputados, esto es que a Moncloa/Ferraz y al resto de casi veinte partidos que conforman la patulea Sánchez y que investirán como presidente a Pedro Sánchez, les ha salido el tiro por la culata en su operación de liquidación política de Alberto Núñez Feijóo.

En efecto. Esas sesiones parlamentarias han tenido la virtualidad no sólo para los diputados y periodistas, sino para casi diez millones de españoles que estuvieron enganchados al televisor en algún momento, que tras el gallego que conocíamos hasta la fecha hay otro gallego que es un dirigente político y un líder de mucho cuidado. Ni siquiera la aparición del matón preferido por Sánchez hizo que el candidato a presidente trastabillase.

Tengo para mí que para muchos de sus propios conmilitones el hallazgo Feijóo es una buena nueva inesperada. Al autor no le cabe duda alguna que si el comandante en jefe del Partido Popular se hubiera conducido en los días finales de la campaña para el 23J de la misma guisa que lo hizo en la tribuna del Congreso, España no estaría ahora mismo chapoteando en el averno político y en medio de una incertidumbre brutal.

Núñez Feijóo aplastó a un Sánchez huido en su propia covachuela, encerrado en su propia ratonera (su pacto con los independentistas poniendo en almoneda al Estado) y de paso dejó escritas piezas antológicas en el parlamentarismo español contemporáneo. Su réplica, desde un tono tan mesurado como contundente, a la bilduetarra condenada por apología del terrorismo, se ha hecho viral en todo el mundo libre y, a partir de ahora, menos bromas de estos desalmados que vienen a dar lecciones de derechos humanos y democracia. Tampoco se fue manco el PNV donde el otrora Aitor Esteban apareció como un conejito soriano y qué decir de las vergüenzas aireadas del secretario general del Partido Comunista de España, el siempre sospechoso Enrique Santiago.

Lo más decisivo desde el punto de vista de la coyuntura política, al entender de este escribidor, fue, sin duda, el retrato tan preciso como audaz de su principal oponente. Bajó de la tribuna Feijóo colocando a Sánchez dentro de la propia ratonera que él se ha construido (pacto imposible democrática y constitucional con los secesionistas) y, aunque sea investido, acabará con su oportunista carrera política. ¡A ver cómo sale de esta! Porque toda España tiene ya su número correcto.

Feijóo, pese a la derrota (perder para ganar), se ha situado ya en la recta final hacia el palacio de la Moncloa. Y, en el peor de los casos, ha demostrado a propios y extraños que se trata de un orensano con hechuras presidenciales. Aún más, todo el mundo  descubrió el pasado martes y miércoles un auténtico hombre de Estado. Incluyendo principios, ética y dignidad.

Al cierre de este post llegan noticias desde Barcelona de que Junts y ERC se han unido en el Parlament para apretar aún más el dogal sobre el cuello de Sánchez. Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible. Elecciones, elecciones, elecciones.

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